domingo, 8 de diciembre de 2013

Markthalle im Viadukt, hostiazo entre semana

Hola gord@s!

Como ha ido la semana? La mía, a parte de la cena de empresa, en la que los comportamientos bizarros de todos esos que en la oficina parecen gente respetable, consiguieron arrancarme muchas sonrisas de mi cara, no ha habido mucha novedad.

Así pues hoy os hablare de una de esas cenas improvisadas que tanto "suelen" molar. Resulta que el Jueves pasado estaba yo leyendo el Marca, Twiteando y tocándome os huevos en la oficina yo trabajando concentrado y duramente, cuando mi mujer me envía un mensaje diciéndome que teníamos cena en Zurich a las 18:30 (si niños, es que en este país cenan cuando nosotros merendamos). A las 18:30? (dije) vaya, no puedo tengo clase de Alemán a esa hora y no la puedo perder! Que hago? (pensé). Diez minutos más tarde estaba en el tren camino de Zurich, y es que a mi a responsable y serio, no me gana nadie.

Iba con un poco de retraso, en teoría llegaba a las 18:40. Un pequeño retraso, no tiene importancia, que vayan tomando una birra (pensé). Bien, cuando aparecí por el restaurante a las 18:41, la peña ya estaba acabando el primer plato. Y es que, queridos miembros y miembras, cuando en este país se dice que se cena a las 18:30, se cena a las 18:30 y punto pelota.

Bien, cenábamos Bonnie, tres amigos más y un bebé. Nacionalidades variopintas. Suiza, Argentina, Australia y España. Una vez que llegué, el ritmo de comer bajo, y re-iniciamos la secuencia de la cena. Es decir, nos sentamos, hablamos, miramos la carta y esas cosas.

Hablemos del lugar. El sitio elegido para este sablazo fue Markthalle im Viadukt, un sitio bastante curioso para el estándar Zuriqueño. Es un restaurante montado en la parte final de un Mercado de Abastos. El sitio me recuerda bastante a Las Cuines de Santa Caterina en Barcelona. Se supone que es un sitio donde desarrollan platos típicos de la llamada Cocina de Mercado, usando los productos frescos y los proveedores del propio mercado. Pues con esa idea fuimos, ya que la semana anterior, habíamos pasado por allí con nuestros amigos MF y LF, y dijimos que teníamos que ir. Así que dicho y hecho, cena de Juergues. El aspecto del sitio es bastante curioso, ya que las mesas están en los propios pasillos del mercado. Hay como una barra en el medio donde tienen la caja, pero lo demás esta integrado en el mercado.

Y ahora algo de bilis. No suelo echar pestes en este blog, quizás porque los post que publico son siempre relacionados con experiencias positivas. Sin embargo, de la misma manera que tarde o temprano pisas mierda de perro cuando vas por la calle, aunque camines con mucho cuidado, también encuentras sitios donde te dan ganas de insultar a alguien por la mierda de servicio o comida que dan. En este caso toca cagarse en el servicio. Y es que ojo, en Suiza, ese país pijo donde todo el mundo caga pasta, y no le falta de nada, tiene unos camareros de la puta mierda. Para empezar, estuvimos como media hora esperando a que alguien se cruzara la mirada con nosotros para hacerle la clásica señal de "por favor ven", los camareros literalmente pasaban de mi, incluso llegue a pensar si podría a llegar a aprovechar mi invisibilidad para luchar contra el crimen o algo así.

Cuando por fin trajeron la carta empezó el segundo desafío, entender lo que hay para comer. El Alemán, ese idioma que esta especialmente diseñado para no entender una mierda, y que los Suizos, no contentos con hablarlo, lo han tuneado más aún, es una de esas cosas que no ayuda a la hora de salir a cenar. Normalmente en Zurich, los restaurantes tiene menús en inglés, y todos los camareros hablan inglés. En el caso de este sitio, cierto es que los camareros, cuando se dignaron a hablarme, hablaban inglés, pero el menú estaba en Alemán Suizo de La Braña. Eso quiere decir que puedes pedir desde un Solomillo a unos Caracoles macerados en Orín de Mono, sin tener ni puta idea cuando lees el nombre. Así pues, poco puedo decir de la oferta de la carta. Cierto es que mi colega Suizo LF me dijo que todo tenía bastante buena pinta. Pero yo, como paso de arriesgarme a pedir una guarrada, pedí uno de los "Daily Specials" que el camarero nos explico en inglés. Resultado de la comanda: Pescado Blanco de Pacífico (a día de hoy no sabemos que pescado era) para Bonnie, una chuleta de cerdo a la Brasa con una salsa de carne para MF, una especialidad vegetariana que tenía un nombre imposible de entender ni de recordar para LF, y un Magret de Pato cocinado en salsa de Vino Tinto sobre un lecho de Risotto de Azafrán para mi y para MT. Además de esto, Bonnie y yo nos pedimos un Steak Tartar para compartir ya que mi retraso de 10 minutos ocasionó que perdiera el primer plato. Pero claro, el camarero no entiendo ese complejo aspecto de pedir otro plato a modo de primero para compartir, para dos, cuando, uno, ya se habían pedido los primeros, y dos, también habíamos pedido un segundo. La conversación fue mas o menos así:

ElFarton: Vale, eso de segundo, y además traenos un Steak Tartar para compartir.
Camarero Suizo: mmm, pero como, de segundo?
ElFarton: No, a modo de primero, ya que no pedí primero.
Camarero Suizo: No entiendo, quiere usted un primero?
Elfarton: No, quiero un segundo y un Steak Tartar.
Camarero: Entonces no quiere el Pato con Risotto?
ElFarton: Joder que si, pero que también quiero un Steak Tartar.
Camarero: Ah, mmm, pero cuando lo quiere? Porque ahora traigo los segundos, y usted a pedido un segundo.
ElFarton: Tráigalo a la vez.
Camarero Suizo: A la vez que el resto de segundos? O a la vez que su segundo?
ElFarton: (este tío es gilipollas del culo, pensé) A ver, a la vez que todo, trae el plato cuando salga, cuando este listo, entiendes?
Camarero Suizo: Y entonces el Risotto cuando lo quiere?
ElFarton: A ver subnormal, tan difícil es? Traeme los dos putos platos cuando los tengas listos, capullo! Vamos a ver, todo cuando lo tengas.
Camarero Suizo: mmmm, OK, veré lo que puedo hacer...

En fin.

Sea como fuere, parece que lo pudo procesar y nos trajo el Steak Tartar un poco antes que el resto de platos. Awesome! Aquí tenéis el Tartar:


Pedimos el de tamaño pequeño con nivel medio de picante. A ver, de sabor no estaba mal, y de tamaño tampoco, pero hay que decir que ni picaba una mierda, y aunque la calidad de la carne (otras veces os hemos dicho en este Blog, que la carne Suiza es de las mejores que se pueden encontrar) era buena, estaba poco especiada. Como diría el Chef Jesus Almagro, de Top Chef, le faltaba un poco de "punch". También me resulto curioso ver que en un sitio de esas características usaran la vajilla de mi abuela para presentar  sus creaciones. En fin, correcto pero mediocre.

Antes de hablar de los segundos hablaré del vino, cuando llegue obviamente ya habían pedido vino. Siempre me da un poco de miedo que pidan el vino por mi, que a veces a la peña le da por pedir aguarrás, pero oye, esta vez muy bien. La elección fue Un Bartolomé Vernet, un Priorat, recomendado por MT.


Una Australiana recomendándome un vino Catalán en Zurich, a tope. Pues la clavó, estaba muy bueno, buenísimo. El vino esta compuesto por uva Garnacha, Samsó y Cabernet Sauvignon. Y es que ya os lo dije en el post anterior, vinos Catalanes, tenéis que probarlos más. Aunque si os fijáis, es un vino con botellas numeradas a mano. Cuando ví esto me olió a caro, y yo para esto tengo olfato bueno.

Por fin llegaron los segundos, veamos como era cada uno.

Para MF, la Chuleta de Cerdo a la brasa con hierbas aromáticas y reducción de salsa de carne:


El veredicto es que estaba correcto, aunque yo no la vi tirar cohetes. Sin embargo no nos olvidemos de que MF es argentina, y esta gente son muy exigentes en cuestiones de carne.

Para LF, el plato cuyo nombre no recuerdo pero que yo llamare "paranoia vegetariana":



Un plato bastante elaborado, como han de serlo todos los platos vegetarianos para que valgan algo, que probé y estaba bastante bueno, ademas de ser una ración generosa. No sabría muy bien decir que llevaba pero si que los sabores estaban muy bien. Venía acompañada de una especie de salsa de frutos rojos que combinaba bastante bien.

Para Bonnie su pez de Pacifico:


Esto significa dos cosas, uno, que no tenemos ni puta idea de que pescado era, y dos, que obviamente no era pescado fresco. No dejaba de ser un pescado a la plancha sobre un lecho de patatas y pimientos que no tenían ninguna elaboración especial. Para ser estrictos Bonnie me dice que el pescado estaba rico pero no delicioso, y sin ningún tipo de misterio, que se lo puede hacer ella en su casa tranquilamente. Pues eso.

Y para MT y para mi el Magret de Pato cocinado en salsa de Vino sobre un lecho de Risotto de Azafrán:


A ver, varias cosas. La presentación no era nada del otro mundo, eso es cierto, y el aspecto tampoco. Especialmente el Risotto, que tenia un color amarillo radiactivo como las Paellas del Paellador que tanto le gustan a la colección de guiris que se para en Rambla Cataluña a comer. Lo que es el pato, estaba bastante bueno de sabor y de punto de cocción, ahí no hay duda. Y el Risotto, en mi opinión estaba bueno, aunque puede ser que un pelín pasado. En cualquier caso, tiro más a un nivel mediocre que a uno decente.

Otra de las cosas que hará no vuelva en la vida este sitio fue el incidente del vino. Resulta que poco después de empezar el segundo plato se acabo la botella de vino, así que decidimos pedir otra. Aquí MT volvió a recomendar, como tuvo un gran acierto en la primera botella confié plenamente en ella para la segunda. La elección fue un Merlot de reserva de 2010 llamado Tenimento La Prella, de Ticino, es decir, Suizo.


Aquí me enteré de una de esas cosas que se supone que debería de saber. Bonnie me dijo que los Merlot no nos gustan, cosa que yo no sabía. La cosa es que tenia razón, no me gustan, y este concretamente no me gusto un carajo. Le falta sabor y cuerpo. Así que Nota Mental, MERLOT NO GUSTA.

Pero que el vino no me molara no es problema, el problema fue otra vez el servicio "mierder" del restaurante. Como 20 minutos para que nos atendieran a la petición de vino, y como otros 25 o para que lo trajeran, al loro. A pesar que durante esos 25 minutos yo ya les hice varios "reminders" un poco ya de mal rollo, pasaron de mi como de la mierda, el vino lo trajeron cuando les salió del ciruelo. Resultado? Pues unos con la comida acabada y su vino por beber, y otros gilipollas como yo que se dejaron algo de comida para poder maridar con el vino, con la comida fría. Ahora en serio, yo la verdad que no entiendo porque coño hay que tardar tanto en traer las cosas a las mesas, especialmente cuando no hay que cocinarlas. Por que en Suiza los camareros son incompetentes y bordes por norma general? El hecho de que ganen 4000 pavos al mes les hace ir sobraos? O es que simplemente al cliente Suizo ya le vale con que lo atiendan de manera mediocre? Sea como sea les puse la cruz, al menos en este sitio.

Bien, pedimos postre, y la misma historia, 20 minutos para poder pedir la puta carta. Una vez que la trajeron pedimos dos cosas, Crème Brûlée de Pistacho para mi y Mousse de Chocolate para LF.

Aquí tenéis el Mousse de Chocolate:


A pesar de estar presentado en un vaso de los baratos del IKEA, estaba bastante bueno. Era fino y cremoso, y en el fondo tenia como una base de Peta Zetas de chocolate que le daba una textura muy guapa para los últimos bocados.

Y aquí la Crème Brûlée de Pistacho:


Del aspecto, que decir no? Nunca os habéis preguntado como serian las Cremas Catalanas después de un Apocalipsis zombie? Pues no sigas pensado, aquí podéis encontrar uno de los postres cuya presencia antes de meter en la boca puede dar mas asco. Ese color verde moco es todo un atractivo para aquellos que les guste concursar en esos certámenes de comer cosas que harían vomitar a una cabra. Pero ultimas noticias señor@s del Markhalle, no estamos en Halloween, es decir, no es necesario hacer recetas de esas que dan miedo y que cuando las comes saben a caramelo. Queremos que nos apetezca comer los que hemos pedido, y somos tan raros que oye, cuando las cosas no tienen buena pinta se las solemos dar al perro o a los trabajadores de Alstom Transporte. Sea como fuere, la crema estaba tremendamente buena, era fina y sin grumos, y el sabor a pistacho era interesante, así que al menos no fue un desastre.

Bien, llegaba la hora de pagar, así que pedimos La Nota. Para este menester los cabrones perdieron el culo, en tres minutos la tuvimos en la mesa:


Aunque ya llevo un año en este país maravilloso, y ya me conozco sus precios, no pude evitar sufrir un principio de infarto cuando vi que por una cena de lo mas mediocre, de jueves y con un servicio de mierda, para 5 personas y un bebé, nos soplaban 400 boniatos. Claro, uno mira los precios del vino y lo entiende, 61 francos el Catalán, y 71 el Suizo, vamos que los que me pedí cuando fui a Bulli eran mas baratos. Así que pagamos y nos fuimos con la sensación de haber sido violados.

Conclusiones. Mucho ojo cuando salgas a cenar por Zurich, hay sitios muy buenos y con una relación calidad precio decente, pero hay que buscarlos y conocerlos. Markhalle, sitio para no volver.

Feliz semana a tod@s!






domingo, 1 de diciembre de 2013

La Barra

Que tal Hamijos? Por aquí todo bien. La bascula cada mañana me da una buena ostia, pero oye no debe de ser demasiado fuerte porque el croissant con jamón y queso de las 9:30 de la mañana y los bizcochos de las 11 no me los quita nadie. Resultado? 87 kilazos de buena carne magra veteada con grasona ibérica. Y no parece que esto vaya a mejorar porque las fondues semanales, las Raclettes y las inminentes fiestas navideñas amenazan con llegar a la versión 9.0. En fin, sarna con gusto...

Hoy toca relatar otra fartura de esas que escribo aquí y no leerá ni dios. Hace unos días, en un fin de semana turbulento, tuvimos la oportunidad de, además de celebrar la boda de nuestros queridos JM y AJ, que nuestros amigos PR y AG no acogieran en su hogar y nos tuvieran a cuerpo de rey. Como después de cada boda, llegamos a casa como ratas peludas, y el buen propósito previo a encamar fue:

"Oye si, mañana nos levantamos a una hora prudente y nos vamos a Lasal Del Varador a meternos un arroz y así aprovechamos el día!"

La realidad, como siempre, nos pone en nuestro sitio, y lo hizo a base de demostrarnos que hasta las 16:00 nadie se movió de la cama, y el que lo hizo fue, como PR o como yo, para meternos un Enantuim y un Iburpofeno respectivamente, y volver a mutar. Cuando fuimos resucitando, el bajón de ver como nuestro plan maquiavélico de ir a comer se desvanecía ya que a ver a esas horas donde te dan de comer formalmente. En Lasal seguro que no. Entonces es cuando PR menciono La Barra, en Sant Cugat.

Para poneros en situación, estábamos en Sant Cugat, eran las 16:45 y había que comer fuera, así que las opciones eran mínimas. Por lo tanto recogimos a CRG, hija de nuestros grandes hacedores, y llamamos La Barra, donde nos dijeron que hasta las 17:00 teníamos cocina, así que para allá que nos fuimos a toda leche.

El garito esta en el centro de Sant Cugat y con un Parking justo debajo, cosa que facilita el poder ir rápido. Se ve que es un sitio nuevo y pelin pijillo (estándar Sant Cugat, cosa que a mi me encanta). Al entrar se ve un rollo raro, la impresión que da es de ser una tienda de Ultramarinos de toda la vida, en la que puedes comer, es decir un rollo "Cuina de Mercat", con platos simples y productos muy frescos y bien presentados. La decoración, que se puede ver en la web es bastante curiosa, viene a ser como la tienda de barrio de toda la vida, esta gracioso.

Nos sentamos rápidamente y nos dieron la carta. El sitio tenia pinta de Bar de Pinchos combinado con un tema "Tapas fusión", es decir un sitio de esos para picar algo o comer directamente y no complicarse. Como no sabíamos que comer y yo personalmente no conocía en sitio, nos dejamos recomendar por AG. La propuesta fue pedir platos de cosas variadas y probar diferentes tapas y platos Aquí se puede ver la carta:


De aspecto sencillo, en varios idiomas y sin ser muy extensa, cosa que a mi me mola. Que es lo que pasa? Que todo tiene una pinta cojonuda, además como ves muchas de sus cosas presentadas en los mostradores que las barras, todo te apetece, así que no sabes que pedir. AG nos recomendó una serie de platos, que por supuesto pedimos todos, pero además de eso a PR y a mi nos apetecía la caña de rigor con uno de esos pinchos, así que antes de los platos y el vino (si amigos, comimos con vino porque para algo nos dopamos después de salir de la cama, para seguir bebiendo), pedimos una ronda de Pinchos Vascos:


Las elecciones fueron, un Atrevido (Picante con guindilla y atún) para mi, un Clásico (Jamón en pan con Tomate y Pimiento de Padrón) para PR, y dos Menorquines (Sobrasada con Miel) para nuestras musas Bonnie y AG. Bien, mi pincho estaba bastante bueno, además tenia el toque justo de picante, es decir que pica y que no te destroza la boca para comer el resto de los platos, cosa que es toda una jodienda. Y es que el tema del picante es otra de las cosas que para mi destacan cuando hay un buen equipo de cocina detrás, hay que saber darle no solo el nivel, si no también el tipo de picante, para que no acabes echando humo por la boca como si fueras un dibujo animado. No hace mucho estuve en un sitio que presumía de tener un plato muy picante, solo para hombres vamos, incluso el dueño te decía que era el único plato de la zona con Picante Campana:

ElFarton: Como dice usted? Picante Campana?
Hostelero: Si señor Picante Campana.
ElFarton: Y a que se debe ese nombre? Es algún tipo de guindilla o aderezo especial?
Hostelero: No, ni mucho menos.
ElFarton: Entonces?
Hosterelo: Pues vera caballero, el Picante Campana es aquel que pica al entrar, y re-pica al salir
(risas)

Bien, al día siguiente di fe de ello. Incluso me plantee usar el bidé por primera vez en mi vida para poder apagar aquel fuego. Conclusión, el tema del picante no es ver quien la tiene mas grande o como te pica el ojete al día siguiente, es un tema de equilibrio y sabor, y en La Barra parece que saben hacerlo.

También pude probar un poco del Menorquin. Este me gusto mas, este rollo dulce de la miel con el sabor de la sobrasada es un pleno, estaba cojonudo. Y para que veáis lo cateto que uno puede llegar a ser, en una ocasión en Menorca, me dio por pensar que todos aquellos que consumen la famosa Ensaimada menorquina de Sobrasada son unos marranos. Pues después de esto, quizás sea la primera que pruebe cuando vuelva. Siempre os lo digo niños, hay que tener "open mind" y probar de todo, o de lo contrario no saldréis de Filete con Patatas.

Bueno, con esos pinchos se nos abrió el animal que todos llevábamos en el estomago, así que rápidamente nos trajeron el vino y el agua seguido de los platos. El Vino lo eligió también AG, y fue el de la casa, que era un Xino-Xano, un tinto del Penedes, Syrah - Merlot y Cabernet Sauvignon:


Quizás es que nos gusta mucho el Cabernet, o es que el síndrome de abstinencia disimuló los defectos del vino, la cosa es que nos encanto. Que nadie se olvide que normalmente los Vinos de la Casa son veneno para piojos, y este es perfectamente un vino de Carta. Muy rico. Y otro tema, Vinos Catalanes, se que estamos en tiempos oscuros para ciertos temas, pero siempre decimos lo mismo en este espacio, los vinos catalanes son unos grandes desconocidos en España, y están muy buenos. Se encuentran vinos que, aunque con diferentes sabores, matices y tendencias, a veces nada tienen que envidiar a algún Rioja o Ribera, así que yo de vosotros nenes y nenas, aunque seáis dogmáticos en materia de vinos, pedir de vez en cuando uno Catalán, igual os sorprendéis, aunque no esperéis que sean baratos, porque cierto es que no lo son.

Os pongo una foto del agua, que me hizo gracia. Un agua pija diría yo:


Parece agua bendita, pero es una puta botella de agua.

Bien, vamos a los platos, por orden. Unas bravas (si unas putas Bravas, que en Suiza no tenemos), si no recuerdo mal, eran las señaladas como Autenticas Bravas de Barcelona. Yo no sabía que en Barcelona había un estilo especial de Bravas, pero todo es descubrirlo:


Cierto es que no recuerdo claramente si estas Bravas eran Las Autenticas de Barcelona o las Bravas a Nuestra manera (lo digo por si alguien que lea esta crónica va y pide bravas, que se asegure antes), sea como sea estaban buenas, eran abundantes para el precio que tenían, pero no deja de ser una tapa de bravas. En esto de las Bravas no creo que haya una regla fija, cada maestrillo tiene su librillo, y cada sitio que las tiene las hace a su manera. Hasta hace un mes pensé que las mejores bravas que había las servían en Lasal Del Varador, en Mataro, pero entonces llego Bonnie un día con una salsa brava ni Sergi Arola, así que para mi, desde entonces, las mejores bravas se sirven en mi casa, en Zurich. Cosas de la vida.

Siguiente, este ya de nivel, Flor de Burrata con corazón de Tartar de Tomate y Albahaca:


Cuando te la traen y la ves dices, bueno mucha Flor, mucho Tartar, pero no deja de ser una puta ensalada Caprese no? Pues si, la verdad que la idea y la base es esa, pero es que hay muchas maneras de poner una Caprese. Puedes tirar 4 o 5 rodajas de tomate con una mozzarela corriente y colocarle dos hojas de albahaca por encima, o puedes hacer lo que han hecho aquí, poner una base de una especie de, o bien Pesto, o bien un aceite de Albahaca, seguido de una ración generosa de Burrata fresca muy cremosa, con su tomate rico y sabroso bien presentado. Resultado, muy bueno, además de ser una ración grande. A mi la situación me recuerda a la famosa Tembladera de Huevo al golpe de calor en su Espejo de Caramelo de Leo Harlem, pero ni mucho menos, esto era algo mas que una Caprese.

Siguiente, creo, y digo creo porque las neuronas que he ido quemando en estos años cada vez me impiden mas pensar con claridad, fue el Steak Tartar 100% cortado a cuchillo.


Un plato correcto pero que a mi me resulto un poco aburrido. Aunque todo hay que decirlo, producto de primera y muy bien presentado. También, este plato, yo creo que para disfrutarlo a tope es mejor que comas una ración solo para ti, ya que picando y mezclando con otros platos como la Burrata o los Huevos estrellados, no destaca mucho.

Y la bomba que nos resucito, que fueron los Huevos estrellados en Patatas y Morcilla. Solo de escribirlo ya empiezo a salivar.


Y os digo ya después de ver la foto. Huevos estrellados con Morcilla desmenuzada y salteada. Una ración muy generosa y que consiguieron que el huevo no estuviera en zonas crudo, cosa que pasa a veces y da bastante asquete al encontrar moco por todos los sitios. Los huevos con mucho color y yema grande. Me dio la sensación de que cuidan mucho el producto y tienen buenos proveedores. Es un "feeling" que uno tiene tras ver los platos y sobre todo el sabor de muchos de ellos.

Bueno, vino "finito", tocaba postre. Aquí vino mi desgracia. Pedimos la carta de postres:


Bien no? Oferta variada y para todos los gustos. Cosa que a mi me pone especialmente cachondo porque en realidad muchas veces como, solamente para poder comer postre. Aquí, AG con toda su buena voluntad me dijo:

"Andrés, pide esto o te arrepentirás"

Yo fiel a mi catetismo a mi estilo, pase de recomendaciones y me pedí una Crema Catalana, un clásico que me da por pedir en todos los sitios. Las otras elecciones fueron, un Martin's Cheesecake para PR, una Panacota con Frutos Rojos para Bonnie, y una bomba de chocolate y galleta para AG que no recuerdo bien si era el Cardinal de Chocolate o el Carles. Por orden:


Crema Catalana, estaba buena pero nada especial.


Panacota, presentación graciosa. Estaba bastante buena de sabor además de cremosa y suave.


Paranoia de Tarta de Queso, muy bien presentado en un plato rojo, que a priori puede parecer Nata liquida con mermelada, pero que cuando lo pruebas se le va la olla de lo bueno que esta. Hay que probarlo para entender este postre y para ver lo rico que es. Esos frutos secos que le echan por encima de dan una textura muy interesante, que junto con el sabor exquisito, y la paranoia de presentación lo hacen, para mi, uno de los postres mas bizarros y cachondos que he probado.


Como ya he dicho, no me acuerdo exactamente de cual era su nombre, yo la llamare la "Exquisita guarrada que me pediré cuando vuelva a La Barra". Nada mas que lo pusieron la mesa a mi rostro se quedo como el de un niño cuando ve que el regalo de reyes de su compañero de mesa es mejor que el suyo, y la cara de AG fue un claro "Te lo dije". Para mas sufrimiento me lo dejaron probar, y me cague en todo, ya que estaba de putisima madre, como era de esperar, teniendo eso en mis narices y yo comiendo la puta Crema Catalana.

Una vez se me paso el disgusto, pedimos cafés y la cuenta. Y aquí viene uno de los grandes puntos, el precio fue de coña. Del servicio hay que decir que fue atento y eficiente, además de cordial. Así que todo muy bien.

Podría decir mas cosas pero creo que las sensaciones del restaurante se plasman mejor en la siguiente foto de la comensal mas exigente de todos:


Es imposible comer mal en un sitio donde acabes con esa sonrisa y ese bigote de chocolate.

Adeu!





domingo, 3 de noviembre de 2013

Prego, Italia en el Hemisferio Sur

Si, seguimos vivos. La cosa no es otra que la poca constancia que he tenido para casi todas las cosas de esta vida. Las razones oficiales para abrir un Blog basado en las paranoias gastronómicas de un tío inadaptado y poco después, pasar de él, después de 4 posts y dar la chapa por Twitter, son varias, y ademas pueden ser verdad perfectamente. Podría decir que me casé y la boda no me dejó vivir, podría decir que en mi primer año de trabajo en mi nueva empresa no me ha dejado tiempo para nada, o que los cursos de alemán me quitan casi todo mi tiempo libre. Sin embargo, la verdad del asunto es, que boda la ha organizado mi mujer y yo hice ni el huevo, mi primer año de trabajo en este país ha sido de lo más Relaxing Cup of Café con Leche, y después de un año sigo sin tener ni puta idea de Alemán. Así que nada, vagancia y seriedad nula. Aquellos que me conocen saben que esa es la verdad. Sea como sea, me levanté esta mañana, me dí cuenta que era Sábado, y eran las 8:00 de la mañana y yo tenia los ojos como platos (nos os engañéis amigos, este es el primer signo autentico de vejez que vais a sufrir), decidí hacer algo de provecho como hombre casado que soy. Me levanté, me pesé en frente del espejo, y esos 87,5 kg que marcó la bascula, junto a la imagen de mi panza contenta, cada vez más curvilínea, me recordaron que soy un gordo Fartón, al que le mola comer, así que para celebrar que ayer hice primer año en este maravilloso país lleno de Suizos honrados y políticos corruptos del Partido Popular, decidí contar alguna de las experiencias de gordura que me han hecho llegar a esos 87,5 kg.

Empezaré la resurrección del Blog por una de las experiencias gastronómicas de mi Luna de Miel. Mi reciente mujer y yo nos fuimos a celebrar nuestro amor a la lejana Nueva Zelanda y a la aún más lejana Bora Bora. El Post de hoy trata de una de las farturas en el primer destino. Nueva Zelanda es un país impresionante, sin embargo en lo que a la gastronomía se refiere, han heredado bien la cultura culinaria británica. Esto no es más que una manera elegante de decir que la gastronomía neozelandesa es mayormente una mierda. Por qué? Pues es curioso pero, por un lado tienen unos productos fuera de serie, la carne, por ejemplo, es algo brutal. No hay más que ver el entorno y los pastos. Vacas, ovejas, cabras y ciervos son los animales que se ven por doquier en las dos islas, y se les ve perfectamente pastando día y noche en campos verdes impresionantes, los cuales carecen de la más mínima contaminación ambiental. Eso suele ser garantía de que la carne es mucho más sabrosa, tiene mejor color y textura. Aplicando el mismo principio, la verdura es igualmente buena. Y que decir del pescado y los mariscos. Uno mira las aguas del Pacifico o del Mar de Tazmania y puede su inmensidad y su limpieza. Los enormes y jugoso Mejillones de Labios verdes (foto a continuación) y el tamaño y sabor de sus pescados es la prueba.


Resumiendo, tienen la base de todo buen comer, un producto estrella. Sin embargo les da por joderlo a base de rebozados aceitosos y gruesos, y salsas de mierda que no hacen otra cosa que disfrazar el sabor de la carne o el pescado. Por no decir que la sofisticación de sus platos es, como mucho, ponerte una servilleta de papel al lado.

Así pues, en un viaje en caravana y aventura, hubo pocas oportunidades para comer bién. Intentaremos citarlas poco a poco durante las próximas semanas. Hoy hablaremos de una de nuestras cenas en la ciudad mas civilizada del país, Auckland. Después de días de paisajes, volcanes, géisers, aguas termales, costas, focas, leones marinos, pingüínos, ciudades desoladas por terremotos y desprendimientos de rocas en la carretera con victimas mortales; llegamos a Auckland, cuidad con todas las comodidades que no se pueden encontrar en el resto del país. Estábamos impacientes por salir a cenar a un sitio "fancy" y disfrutar de un auténtico momento romántico de Luna de Miel. Que hacer cuando quieres cenar bién en una cuidad que no conoces? Fácil, Trip Advisor y guía Lonely Planet. Esta combinación no me ha fallado hasta la fecha. Primero localizamos una zona de restaurantes y bares para después de comer liarla un rato. Esta zona se llama Ponsonby. Ponsonby es la típica zona de salir pijiguay que hay en cada cuidad. A mi me recordó un poco a la zona del Trastevere de Roma, mucho restaurante y bares pijillos. Pusimos rumbo a Ponsonby con dos o tres candidatos pensados ya que, en esta zona, un Viernes por la noche, olvídate de poder reservar. El sitio elegido fue el Prego, un restaurante italiano. Teníamos ganas de algo de comida de calidad. Llegamos, pedimos mesa para dos, y en cuestión de 15 minutos nos sentaron. La decoración no era nada del otro mundo, correcta. Al fondo tenían una barra de cóckteles que se curraban bastante y tenían muy buena pinta. La nota cutre para mi fueron las sillas, que eran de jardín, y estamos sentados dentro. El servicio fue muy amable y eficaz, cosa que consigue que a mi la comida me sepa aún mejor.

La elección fue un primer plato para compartir, a los dos nos convenció el Vitello Tonnato (si es que se escribe asi). Aquí lo podéis ver:


Plato exquisito. Carne de ternera joven y atún rojo marcado, servido con una salsa muy parecida a la mayonesa y alcaparras fritas. Estaba cojonudo. Como dije antes, el producto que aquí tienen, es algo espectacular, y si no lo joden, como fue el caso, es difícil que el plato decepcione.

Ya que de segundo pedímos Rissoto y Gnocci. Ya que estuvimos casi a botella de vino blanco diaria durante el viaje en Autocaravana, nos dio por pedir un Chianti, Bonacchi, cosecha de 2007, un pelín caro, y también servido un peílin caliente, cosa que no se porqué, pero es bastante habitual en los restaurantes italianos. No me refiero tanto al precio como al tema de la temperatura del vino. Es bastante curioso que en un país como Italia, como esa enorme tradición vinícola, no tengan ni puta idea de a que temperaturas servir los vinos...

De segundo Bonnie se pidió unos Gnocci tricolori:



Los Gnocci eran caseros y estaban muy buenos. Venían con una salsa de tomate para mi gusto un poco cruda, pero bastante buena, y en el medio una bola de una mozarella muy cremosa, parecía burrata.

Yo me pedí el Rissoto a la Zucca, un rissoto con calabaza y nuez sencillamente espectacular:


Tanto las raciones de Rissoto como de Gnocci fueron más que correctas, y estaban exquisitas. Además los camareros tras servir cada plato vinieron frecuentemente a preguntarnos si estaba todo correcto, detalle de restaurante de calidad.

Aún después de acabar llenos, como unos gordos y en ese punto ya eramos presa del vino, pedimos postre, como no. Nos decidimos por el Tiramisú, y ya puestos, un par de copas de vino de postre: un Riesling de la zona de Malborough, zona por la que nos hicimos un "tour" de vinos.


El Tiramisú era bastante curioso ya que venía presentado en un vaso. Sea como fuere estaba muy bueno y no tenía el defecto habitual que tienen muchos Tiramisú que se comen por ahí, tenía el gusto justo a café, ni poco ni mucho.

Ya con un ciego aceptable pedimos la cuenta. Nos soplaron 163 NZD, que son unos 110 eurazos. Cierto es que para el estándar español es un sablazo de los buenos, pero para la zona y el país en el que estábamos, este precio, con esta calidad de comida estaba más que bién.

Resumiendo, una cena que nos hizo disfrutar de lo que es comer en un país en el que este aspecto es, podría decirse, de los peores. Y que nos hizo agarrar un ciego de esos tan ricos como la comida en si.

Si alguna vez pasáis por Auckland, no os olvidéis de ir a cenar a Ponsonby, y si podéis, no dejéis de ir al Prego!

Ciao!

domingo, 13 de enero de 2013

Mil 921, cena Barna style

Hola gente, feliz año!

La verdad es que desde que las navidades empezaron hasta ahora, esta dura tarea de mantener al día este modesto (aunque ilustre) Blog, ha sido casi imposible, y no sera por la cantidad de "farturas" y comilonas El Fartón se ha metido, porque este año, como de costumbre, nos hemos puesto gordos gordos. Que tiene el día de hoy de especial para actualizar? Muy fácil, una combinación de factores como el hecho de que hace un día de mierda, no entiendo una palabra de lo que ponen en la televisión, y sobre todo el hecho de que a mi novia le a ha dado por torturarme poniendo mierda de música tipo  Lady Gaga y Shakira de fondo mientras me hace un delicioso Strudel.

Así pues, tengo muchas actualizaciones pendientes. Intentaremos ponernos al dia durante las semanas próximas.

Bien, movidas a parte, hoy voy a hablar de una de las cenas que me metí durante las fiestas navideñas. En mi parada navideña en Barcelona, uno de los días fuimos a cenar con una pareja de amigos, JC y MT. Ellos se encargaron de elegir el sitio, y como los dos son de Barcelona y de "pico fino", la buena cena estaba asegurada. El sitio elegido fue el Mil 921, cerca de Francesc Maciá y Santaló.

El sitio no es muy grande. Tiene una decoración moderna pero sin ser fría. Por supuesto un ambiente tranquilo, nada ruidoso y muy limpio.

Nos atendieron rápido, aunque hay que decir que nuestro amigos llegaron antes que nosotros. El servicio era atento y correcto. No era cargante en absoluto, aunque en mi opinión si que fue un pelin pretencioso. Es decir, un poco de esa sensación de "que ya tío, que ya veo que es un sitio con clase, deja ya de hacerme la bola y de forzar la sonrisa".

Comida. La carta es no demasiado extensa pero completa. Hay de todo, y todo con muy buena pinta. Antes de nada nos pusieron un aperitivo. Una especie de Crema de Calabacín muy suave. Un buen detalle que los sitios con cierta clase tienen para que no te atiborres de pan mientras esperas. Además es un detalle inteligente, ya que le da la oportunidad a la cocina de organizarse de manera mas eficiente.



Para comenzar, mi colega JC y yo nos pedimos El Huevo Frito Ecológico sobre Brioche, con crema de Parmesano y Trufa Negra. Aquí lo tenéis:


Estaba exquisito, en su punto, jugoso. La yema estaba liquida y caliente para que al abrirlo se pueda mezclar con el resto de la salsa. El tamaño del plato era correcto para ser un primero. La crítica para mi viene el en nombre: Huevo Ecológico. Bueno, en lo que a mi respecta, destacar este aspecto cuando estamos hablando de un puto huevo frito, es un poco absurdo, especialmente cuando el resto de la comida no era Ecológica. O es quizás un aspecto que indica que el huevo esta mas sabroso? Existen algo así como Catadores de Huevos? Ojo, no me estoy refiriendo a gente del tipo Lucia Lapiedra o  Soraya Saez de Santamaria, si no a una persona que realmente detecte la diferencia entre un huevo ecológico y otro que no lo es. O que tengo que pensar? Que en el resto de la carta y el resto de restaurantes como alimentos aderezados con mierda de hormonas, pesticidas y meados del granjero? En fin pijadas que pretenden hacer la carta bonita y que sin duda, al clásico pijo de Pedralbes le convencerá. Sea como sea, estaba rico de cojones.

MT se pidió un Arroz a la Cazuela de Hierro, "Ceps" y Butifarra (como no, también Ecológica), que compartió con JC, y que me dejaron probar. Estaba también muy bueno y muy bien presentado en su cazuela que, lo mantuvo caliente el tiempo necesario para comerlo. Detalle de mucha clase cuando la ración es generosa, como fue el caso. Aquí lo tenéis:





Mi acompañante se pidió unas verduras "en texturas" (cosa que no se que significa muy bien) con Mozzarella, que me cuenta eran ricas y abundantes.

De segundo, tango JC como yo, nos quisimos pedir un plato que solo con leerlo ya empezamos a salivar, Buey Gallego con Fondue de Quesos Catalanes y Patatas Deluxe, pero no había! Vamos a ver, soy una persona razonable. Pase el hecho de que pongan Buey Gallego en vez de Asturiano cuando quieren destacar la calidad de sus carnes (ellos verán), pase también que pongan Patatas Deluxe para que uno piense que son como las del McDonalds, pero que te pidas un plato, que solo con verlo, eso, pasa ser la ilusión del día, y que no lo tengan, eso que mierdas es??! Fue una broma porque era el 28 de Diciembre? Pues de ser así no tuvo ni puta gracia. Sea como fuere, y paranoias a parte, un restaurante, en una zona céntrica de una cuidad como Barcelona, donde los futbolistas se follan a mujeres como Shakira, en plenas fechas navideñas, no se puede permitir no tener un plato estrella de la carta, especialmente cuando el resto de detalles que incluyen en el local quieren lanzar un mensaje de "sitio con clase y para un público exigente".  Hay que decir sin embargo que, ofrecieron una opción que no estaba en la carta, una opción muy llamativa de hecho, Sashimi (o Tataki, no estoy seguro) de Atún con Foie derretido por encima, y con un toque de una especia que creo que era un tipo de chile frito. Así pues, digamos que la cagada la compensaron ofreciendo un señor platazo, lo cual es un buen detalle.



Mi colega JC se pidió el atún recomendado, ante lo cual yo pensé: "yo paso, ya veras de guarrada de plato. Foie con atún? Ya no saben que inventar...". Aunque claro que yo le dije: "Buena elección tío, suena apetecible!", así que yo pase de experimentos y me pedí el Solomillo con Salsa Teriyaki y Pimientos de Padrón. 



Se puede decir que mi colega me humillo gastronómicamente hablando. Para empezar porque el Solomillo, cierto es que la pieza de carne era grande y de calidad, pero en mi opinión la combinación con Salsa Teriyaki no es óptima, y la guarnición era pobre, o no lucio demasiado. Unos pimientillos, y para ser de Padrón, ninguno picaba. Y tuve que ver como el JC se metia un plato que, cuando me dejo probar, le odie de la misma manera que odie a guaperas de mi clase cuando se follo a mi amor platónico del instituto. El atún era rojo y sabroso, con una textura perfecta, y la combinación con un foie de un sabor no demasiado fuerte, y con la especia pseudopicante que le pusieron por encima, era de 10 sobre 10. Por mucho que quisiera demostrar que mi solomillo estaba mas rico, la sonrisa de oreja a oreja que JC mostraba cuando ingería un trozo de atún tras otro, era señal mas que evidente de que su elección fue mejor que la mía.

Mi novia, así como MT, pidieron pescado de segundo. Para MT una Dorada en un salsa de pescado de roca y para mi novia una Merluza a la cazuela con langostinos, que no estaba en la carta. Ambos platos muy bien elaborados. jugosos, con salsas sabrosas y suaves. Raciones generosas, o mas bien abundantes. A continuación los podéis ver:





Como MT esta embarazada y mi novia no le podía dar mucho a la botella por eso de la dieta, los hombres pudimos gobernar en materia de vinos (lo cual es de puta madre, porque habitualmente no gobernamos ni en materia de una puta mierda), así que lo consulte con JC y nos decidimos por un Pago de los Capellanes pensando que era de Crianza, pero no, sorpresa! era joven. Y es aquí donde en mi opinión esta la nota negativa del restaurante, el vino. La carta de vino no era muy extensa, aunque eso no es un problema para mi siempre que la variedad de vinos sea suficiente para cubrir las necesidades de acompañamiento del menú. Lo que me jode, es esa moda de muchos, y cada vez mas restaurantes de Barcelona, que se creen que, por estar en Barcelona, y haber muchos turistas extranjeros y gilipollas, te pueden sablear por una botella de vino. Y es que, como dijo un sabio: "hablemos de Milenarismo, cojones ya!". En lo que a mi respecta, no hay problema en que subas el precio de tus platos siempre y cuando esto vaya relacionado con factores como la su elaboración, presentación, servicio, ambientación del local, calidad del producto o del puto Huevo Ecológico. Cada uno es libre de valorar si en lo que se gasta el dinero es bueno o no. Pero que te sableen 5, 8 y 15 euros mas de lo "habitual" (puedo entender pequeñas variaciones) en una botella de vino, que nada hace el restaurante para mejorarla, me parece, o bien una falta de respeto al comensal al estar limándole pasta porque sí, o bien un detalle clásico de restaurante elitista que solo aspira a tener clientes adinerados en sus mesas. Sea cual sea el motivo, a mi no me va a saber mejor el vino por el hecho de que el camarero "pijiguays" de turno se me quede mirando fijamente con sonrisa Profiden sosteniendo la botella somo si fuera su falo, mientras yo hago la cata (de la botella, no de su falo). Así pues, mi consejo, menos payadas elitistas, y mas oferta competitiva de Vino. Igual que hacen en el Sangiovese.

Para acabar, JC, que es un enamorado de la Ginebra, se pidió el Gintonic de la casa para (y cito), "así ya tenerlo hecho para ese día", y yo me pedí el Milhojas de Crema Catalana. Exquisito.



La receta final fue de unos 90 eurazos por pareja, lo cual, aunque empieza a ser lo habitual en restaurantes del mismo estilo en La Ciudad Condal, me sigue pareciendo un poco caro. Y no por los 90 euros en si. Es mas bien por el hecho de que considero que, aunque cene muy bien y el trato fue correcto, he comido igual o mejor pagando menos en sitios similares. Esta bien situado? Si. El local es bonito y goza de un buen ambiente? Si. La comida estuvo buena? Si. El huevo era ecológico o era un puto huevo de gallina charnega de corral de barrio bajo? Ecológico. Aún así, sin ser prohibitivo, considero que la relación calidad-precio es ligeramente mejorable. 

Conclusión. Si quieres una cena agradable y de calidad, bien situada en Barcelona, y no te importa pagar "un poco" mas, te recomiendo que hagas una visita al Mil 921.

Hasta la próxima fartura!