domingo, 8 de diciembre de 2013

Markthalle im Viadukt, hostiazo entre semana

Hola gord@s!

Como ha ido la semana? La mía, a parte de la cena de empresa, en la que los comportamientos bizarros de todos esos que en la oficina parecen gente respetable, consiguieron arrancarme muchas sonrisas de mi cara, no ha habido mucha novedad.

Así pues hoy os hablare de una de esas cenas improvisadas que tanto "suelen" molar. Resulta que el Jueves pasado estaba yo leyendo el Marca, Twiteando y tocándome os huevos en la oficina yo trabajando concentrado y duramente, cuando mi mujer me envía un mensaje diciéndome que teníamos cena en Zurich a las 18:30 (si niños, es que en este país cenan cuando nosotros merendamos). A las 18:30? (dije) vaya, no puedo tengo clase de Alemán a esa hora y no la puedo perder! Que hago? (pensé). Diez minutos más tarde estaba en el tren camino de Zurich, y es que a mi a responsable y serio, no me gana nadie.

Iba con un poco de retraso, en teoría llegaba a las 18:40. Un pequeño retraso, no tiene importancia, que vayan tomando una birra (pensé). Bien, cuando aparecí por el restaurante a las 18:41, la peña ya estaba acabando el primer plato. Y es que, queridos miembros y miembras, cuando en este país se dice que se cena a las 18:30, se cena a las 18:30 y punto pelota.

Bien, cenábamos Bonnie, tres amigos más y un bebé. Nacionalidades variopintas. Suiza, Argentina, Australia y España. Una vez que llegué, el ritmo de comer bajo, y re-iniciamos la secuencia de la cena. Es decir, nos sentamos, hablamos, miramos la carta y esas cosas.

Hablemos del lugar. El sitio elegido para este sablazo fue Markthalle im Viadukt, un sitio bastante curioso para el estándar Zuriqueño. Es un restaurante montado en la parte final de un Mercado de Abastos. El sitio me recuerda bastante a Las Cuines de Santa Caterina en Barcelona. Se supone que es un sitio donde desarrollan platos típicos de la llamada Cocina de Mercado, usando los productos frescos y los proveedores del propio mercado. Pues con esa idea fuimos, ya que la semana anterior, habíamos pasado por allí con nuestros amigos MF y LF, y dijimos que teníamos que ir. Así que dicho y hecho, cena de Juergues. El aspecto del sitio es bastante curioso, ya que las mesas están en los propios pasillos del mercado. Hay como una barra en el medio donde tienen la caja, pero lo demás esta integrado en el mercado.

Y ahora algo de bilis. No suelo echar pestes en este blog, quizás porque los post que publico son siempre relacionados con experiencias positivas. Sin embargo, de la misma manera que tarde o temprano pisas mierda de perro cuando vas por la calle, aunque camines con mucho cuidado, también encuentras sitios donde te dan ganas de insultar a alguien por la mierda de servicio o comida que dan. En este caso toca cagarse en el servicio. Y es que ojo, en Suiza, ese país pijo donde todo el mundo caga pasta, y no le falta de nada, tiene unos camareros de la puta mierda. Para empezar, estuvimos como media hora esperando a que alguien se cruzara la mirada con nosotros para hacerle la clásica señal de "por favor ven", los camareros literalmente pasaban de mi, incluso llegue a pensar si podría a llegar a aprovechar mi invisibilidad para luchar contra el crimen o algo así.

Cuando por fin trajeron la carta empezó el segundo desafío, entender lo que hay para comer. El Alemán, ese idioma que esta especialmente diseñado para no entender una mierda, y que los Suizos, no contentos con hablarlo, lo han tuneado más aún, es una de esas cosas que no ayuda a la hora de salir a cenar. Normalmente en Zurich, los restaurantes tiene menús en inglés, y todos los camareros hablan inglés. En el caso de este sitio, cierto es que los camareros, cuando se dignaron a hablarme, hablaban inglés, pero el menú estaba en Alemán Suizo de La Braña. Eso quiere decir que puedes pedir desde un Solomillo a unos Caracoles macerados en Orín de Mono, sin tener ni puta idea cuando lees el nombre. Así pues, poco puedo decir de la oferta de la carta. Cierto es que mi colega Suizo LF me dijo que todo tenía bastante buena pinta. Pero yo, como paso de arriesgarme a pedir una guarrada, pedí uno de los "Daily Specials" que el camarero nos explico en inglés. Resultado de la comanda: Pescado Blanco de Pacífico (a día de hoy no sabemos que pescado era) para Bonnie, una chuleta de cerdo a la Brasa con una salsa de carne para MF, una especialidad vegetariana que tenía un nombre imposible de entender ni de recordar para LF, y un Magret de Pato cocinado en salsa de Vino Tinto sobre un lecho de Risotto de Azafrán para mi y para MT. Además de esto, Bonnie y yo nos pedimos un Steak Tartar para compartir ya que mi retraso de 10 minutos ocasionó que perdiera el primer plato. Pero claro, el camarero no entiendo ese complejo aspecto de pedir otro plato a modo de primero para compartir, para dos, cuando, uno, ya se habían pedido los primeros, y dos, también habíamos pedido un segundo. La conversación fue mas o menos así:

ElFarton: Vale, eso de segundo, y además traenos un Steak Tartar para compartir.
Camarero Suizo: mmm, pero como, de segundo?
ElFarton: No, a modo de primero, ya que no pedí primero.
Camarero Suizo: No entiendo, quiere usted un primero?
Elfarton: No, quiero un segundo y un Steak Tartar.
Camarero: Entonces no quiere el Pato con Risotto?
ElFarton: Joder que si, pero que también quiero un Steak Tartar.
Camarero: Ah, mmm, pero cuando lo quiere? Porque ahora traigo los segundos, y usted a pedido un segundo.
ElFarton: Tráigalo a la vez.
Camarero Suizo: A la vez que el resto de segundos? O a la vez que su segundo?
ElFarton: (este tío es gilipollas del culo, pensé) A ver, a la vez que todo, trae el plato cuando salga, cuando este listo, entiendes?
Camarero Suizo: Y entonces el Risotto cuando lo quiere?
ElFarton: A ver subnormal, tan difícil es? Traeme los dos putos platos cuando los tengas listos, capullo! Vamos a ver, todo cuando lo tengas.
Camarero Suizo: mmmm, OK, veré lo que puedo hacer...

En fin.

Sea como fuere, parece que lo pudo procesar y nos trajo el Steak Tartar un poco antes que el resto de platos. Awesome! Aquí tenéis el Tartar:


Pedimos el de tamaño pequeño con nivel medio de picante. A ver, de sabor no estaba mal, y de tamaño tampoco, pero hay que decir que ni picaba una mierda, y aunque la calidad de la carne (otras veces os hemos dicho en este Blog, que la carne Suiza es de las mejores que se pueden encontrar) era buena, estaba poco especiada. Como diría el Chef Jesus Almagro, de Top Chef, le faltaba un poco de "punch". También me resulto curioso ver que en un sitio de esas características usaran la vajilla de mi abuela para presentar  sus creaciones. En fin, correcto pero mediocre.

Antes de hablar de los segundos hablaré del vino, cuando llegue obviamente ya habían pedido vino. Siempre me da un poco de miedo que pidan el vino por mi, que a veces a la peña le da por pedir aguarrás, pero oye, esta vez muy bien. La elección fue Un Bartolomé Vernet, un Priorat, recomendado por MT.


Una Australiana recomendándome un vino Catalán en Zurich, a tope. Pues la clavó, estaba muy bueno, buenísimo. El vino esta compuesto por uva Garnacha, Samsó y Cabernet Sauvignon. Y es que ya os lo dije en el post anterior, vinos Catalanes, tenéis que probarlos más. Aunque si os fijáis, es un vino con botellas numeradas a mano. Cuando ví esto me olió a caro, y yo para esto tengo olfato bueno.

Por fin llegaron los segundos, veamos como era cada uno.

Para MF, la Chuleta de Cerdo a la brasa con hierbas aromáticas y reducción de salsa de carne:


El veredicto es que estaba correcto, aunque yo no la vi tirar cohetes. Sin embargo no nos olvidemos de que MF es argentina, y esta gente son muy exigentes en cuestiones de carne.

Para LF, el plato cuyo nombre no recuerdo pero que yo llamare "paranoia vegetariana":



Un plato bastante elaborado, como han de serlo todos los platos vegetarianos para que valgan algo, que probé y estaba bastante bueno, ademas de ser una ración generosa. No sabría muy bien decir que llevaba pero si que los sabores estaban muy bien. Venía acompañada de una especie de salsa de frutos rojos que combinaba bastante bien.

Para Bonnie su pez de Pacifico:


Esto significa dos cosas, uno, que no tenemos ni puta idea de que pescado era, y dos, que obviamente no era pescado fresco. No dejaba de ser un pescado a la plancha sobre un lecho de patatas y pimientos que no tenían ninguna elaboración especial. Para ser estrictos Bonnie me dice que el pescado estaba rico pero no delicioso, y sin ningún tipo de misterio, que se lo puede hacer ella en su casa tranquilamente. Pues eso.

Y para MT y para mi el Magret de Pato cocinado en salsa de Vino sobre un lecho de Risotto de Azafrán:


A ver, varias cosas. La presentación no era nada del otro mundo, eso es cierto, y el aspecto tampoco. Especialmente el Risotto, que tenia un color amarillo radiactivo como las Paellas del Paellador que tanto le gustan a la colección de guiris que se para en Rambla Cataluña a comer. Lo que es el pato, estaba bastante bueno de sabor y de punto de cocción, ahí no hay duda. Y el Risotto, en mi opinión estaba bueno, aunque puede ser que un pelín pasado. En cualquier caso, tiro más a un nivel mediocre que a uno decente.

Otra de las cosas que hará no vuelva en la vida este sitio fue el incidente del vino. Resulta que poco después de empezar el segundo plato se acabo la botella de vino, así que decidimos pedir otra. Aquí MT volvió a recomendar, como tuvo un gran acierto en la primera botella confié plenamente en ella para la segunda. La elección fue un Merlot de reserva de 2010 llamado Tenimento La Prella, de Ticino, es decir, Suizo.


Aquí me enteré de una de esas cosas que se supone que debería de saber. Bonnie me dijo que los Merlot no nos gustan, cosa que yo no sabía. La cosa es que tenia razón, no me gustan, y este concretamente no me gusto un carajo. Le falta sabor y cuerpo. Así que Nota Mental, MERLOT NO GUSTA.

Pero que el vino no me molara no es problema, el problema fue otra vez el servicio "mierder" del restaurante. Como 20 minutos para que nos atendieran a la petición de vino, y como otros 25 o para que lo trajeran, al loro. A pesar que durante esos 25 minutos yo ya les hice varios "reminders" un poco ya de mal rollo, pasaron de mi como de la mierda, el vino lo trajeron cuando les salió del ciruelo. Resultado? Pues unos con la comida acabada y su vino por beber, y otros gilipollas como yo que se dejaron algo de comida para poder maridar con el vino, con la comida fría. Ahora en serio, yo la verdad que no entiendo porque coño hay que tardar tanto en traer las cosas a las mesas, especialmente cuando no hay que cocinarlas. Por que en Suiza los camareros son incompetentes y bordes por norma general? El hecho de que ganen 4000 pavos al mes les hace ir sobraos? O es que simplemente al cliente Suizo ya le vale con que lo atiendan de manera mediocre? Sea como sea les puse la cruz, al menos en este sitio.

Bien, pedimos postre, y la misma historia, 20 minutos para poder pedir la puta carta. Una vez que la trajeron pedimos dos cosas, Crème Brûlée de Pistacho para mi y Mousse de Chocolate para LF.

Aquí tenéis el Mousse de Chocolate:


A pesar de estar presentado en un vaso de los baratos del IKEA, estaba bastante bueno. Era fino y cremoso, y en el fondo tenia como una base de Peta Zetas de chocolate que le daba una textura muy guapa para los últimos bocados.

Y aquí la Crème Brûlée de Pistacho:


Del aspecto, que decir no? Nunca os habéis preguntado como serian las Cremas Catalanas después de un Apocalipsis zombie? Pues no sigas pensado, aquí podéis encontrar uno de los postres cuya presencia antes de meter en la boca puede dar mas asco. Ese color verde moco es todo un atractivo para aquellos que les guste concursar en esos certámenes de comer cosas que harían vomitar a una cabra. Pero ultimas noticias señor@s del Markhalle, no estamos en Halloween, es decir, no es necesario hacer recetas de esas que dan miedo y que cuando las comes saben a caramelo. Queremos que nos apetezca comer los que hemos pedido, y somos tan raros que oye, cuando las cosas no tienen buena pinta se las solemos dar al perro o a los trabajadores de Alstom Transporte. Sea como fuere, la crema estaba tremendamente buena, era fina y sin grumos, y el sabor a pistacho era interesante, así que al menos no fue un desastre.

Bien, llegaba la hora de pagar, así que pedimos La Nota. Para este menester los cabrones perdieron el culo, en tres minutos la tuvimos en la mesa:


Aunque ya llevo un año en este país maravilloso, y ya me conozco sus precios, no pude evitar sufrir un principio de infarto cuando vi que por una cena de lo mas mediocre, de jueves y con un servicio de mierda, para 5 personas y un bebé, nos soplaban 400 boniatos. Claro, uno mira los precios del vino y lo entiende, 61 francos el Catalán, y 71 el Suizo, vamos que los que me pedí cuando fui a Bulli eran mas baratos. Así que pagamos y nos fuimos con la sensación de haber sido violados.

Conclusiones. Mucho ojo cuando salgas a cenar por Zurich, hay sitios muy buenos y con una relación calidad precio decente, pero hay que buscarlos y conocerlos. Markhalle, sitio para no volver.

Feliz semana a tod@s!






domingo, 1 de diciembre de 2013

La Barra

Que tal Hamijos? Por aquí todo bien. La bascula cada mañana me da una buena ostia, pero oye no debe de ser demasiado fuerte porque el croissant con jamón y queso de las 9:30 de la mañana y los bizcochos de las 11 no me los quita nadie. Resultado? 87 kilazos de buena carne magra veteada con grasona ibérica. Y no parece que esto vaya a mejorar porque las fondues semanales, las Raclettes y las inminentes fiestas navideñas amenazan con llegar a la versión 9.0. En fin, sarna con gusto...

Hoy toca relatar otra fartura de esas que escribo aquí y no leerá ni dios. Hace unos días, en un fin de semana turbulento, tuvimos la oportunidad de, además de celebrar la boda de nuestros queridos JM y AJ, que nuestros amigos PR y AG no acogieran en su hogar y nos tuvieran a cuerpo de rey. Como después de cada boda, llegamos a casa como ratas peludas, y el buen propósito previo a encamar fue:

"Oye si, mañana nos levantamos a una hora prudente y nos vamos a Lasal Del Varador a meternos un arroz y así aprovechamos el día!"

La realidad, como siempre, nos pone en nuestro sitio, y lo hizo a base de demostrarnos que hasta las 16:00 nadie se movió de la cama, y el que lo hizo fue, como PR o como yo, para meternos un Enantuim y un Iburpofeno respectivamente, y volver a mutar. Cuando fuimos resucitando, el bajón de ver como nuestro plan maquiavélico de ir a comer se desvanecía ya que a ver a esas horas donde te dan de comer formalmente. En Lasal seguro que no. Entonces es cuando PR menciono La Barra, en Sant Cugat.

Para poneros en situación, estábamos en Sant Cugat, eran las 16:45 y había que comer fuera, así que las opciones eran mínimas. Por lo tanto recogimos a CRG, hija de nuestros grandes hacedores, y llamamos La Barra, donde nos dijeron que hasta las 17:00 teníamos cocina, así que para allá que nos fuimos a toda leche.

El garito esta en el centro de Sant Cugat y con un Parking justo debajo, cosa que facilita el poder ir rápido. Se ve que es un sitio nuevo y pelin pijillo (estándar Sant Cugat, cosa que a mi me encanta). Al entrar se ve un rollo raro, la impresión que da es de ser una tienda de Ultramarinos de toda la vida, en la que puedes comer, es decir un rollo "Cuina de Mercat", con platos simples y productos muy frescos y bien presentados. La decoración, que se puede ver en la web es bastante curiosa, viene a ser como la tienda de barrio de toda la vida, esta gracioso.

Nos sentamos rápidamente y nos dieron la carta. El sitio tenia pinta de Bar de Pinchos combinado con un tema "Tapas fusión", es decir un sitio de esos para picar algo o comer directamente y no complicarse. Como no sabíamos que comer y yo personalmente no conocía en sitio, nos dejamos recomendar por AG. La propuesta fue pedir platos de cosas variadas y probar diferentes tapas y platos Aquí se puede ver la carta:


De aspecto sencillo, en varios idiomas y sin ser muy extensa, cosa que a mi me mola. Que es lo que pasa? Que todo tiene una pinta cojonuda, además como ves muchas de sus cosas presentadas en los mostradores que las barras, todo te apetece, así que no sabes que pedir. AG nos recomendó una serie de platos, que por supuesto pedimos todos, pero además de eso a PR y a mi nos apetecía la caña de rigor con uno de esos pinchos, así que antes de los platos y el vino (si amigos, comimos con vino porque para algo nos dopamos después de salir de la cama, para seguir bebiendo), pedimos una ronda de Pinchos Vascos:


Las elecciones fueron, un Atrevido (Picante con guindilla y atún) para mi, un Clásico (Jamón en pan con Tomate y Pimiento de Padrón) para PR, y dos Menorquines (Sobrasada con Miel) para nuestras musas Bonnie y AG. Bien, mi pincho estaba bastante bueno, además tenia el toque justo de picante, es decir que pica y que no te destroza la boca para comer el resto de los platos, cosa que es toda una jodienda. Y es que el tema del picante es otra de las cosas que para mi destacan cuando hay un buen equipo de cocina detrás, hay que saber darle no solo el nivel, si no también el tipo de picante, para que no acabes echando humo por la boca como si fueras un dibujo animado. No hace mucho estuve en un sitio que presumía de tener un plato muy picante, solo para hombres vamos, incluso el dueño te decía que era el único plato de la zona con Picante Campana:

ElFarton: Como dice usted? Picante Campana?
Hostelero: Si señor Picante Campana.
ElFarton: Y a que se debe ese nombre? Es algún tipo de guindilla o aderezo especial?
Hostelero: No, ni mucho menos.
ElFarton: Entonces?
Hosterelo: Pues vera caballero, el Picante Campana es aquel que pica al entrar, y re-pica al salir
(risas)

Bien, al día siguiente di fe de ello. Incluso me plantee usar el bidé por primera vez en mi vida para poder apagar aquel fuego. Conclusión, el tema del picante no es ver quien la tiene mas grande o como te pica el ojete al día siguiente, es un tema de equilibrio y sabor, y en La Barra parece que saben hacerlo.

También pude probar un poco del Menorquin. Este me gusto mas, este rollo dulce de la miel con el sabor de la sobrasada es un pleno, estaba cojonudo. Y para que veáis lo cateto que uno puede llegar a ser, en una ocasión en Menorca, me dio por pensar que todos aquellos que consumen la famosa Ensaimada menorquina de Sobrasada son unos marranos. Pues después de esto, quizás sea la primera que pruebe cuando vuelva. Siempre os lo digo niños, hay que tener "open mind" y probar de todo, o de lo contrario no saldréis de Filete con Patatas.

Bueno, con esos pinchos se nos abrió el animal que todos llevábamos en el estomago, así que rápidamente nos trajeron el vino y el agua seguido de los platos. El Vino lo eligió también AG, y fue el de la casa, que era un Xino-Xano, un tinto del Penedes, Syrah - Merlot y Cabernet Sauvignon:


Quizás es que nos gusta mucho el Cabernet, o es que el síndrome de abstinencia disimuló los defectos del vino, la cosa es que nos encanto. Que nadie se olvide que normalmente los Vinos de la Casa son veneno para piojos, y este es perfectamente un vino de Carta. Muy rico. Y otro tema, Vinos Catalanes, se que estamos en tiempos oscuros para ciertos temas, pero siempre decimos lo mismo en este espacio, los vinos catalanes son unos grandes desconocidos en España, y están muy buenos. Se encuentran vinos que, aunque con diferentes sabores, matices y tendencias, a veces nada tienen que envidiar a algún Rioja o Ribera, así que yo de vosotros nenes y nenas, aunque seáis dogmáticos en materia de vinos, pedir de vez en cuando uno Catalán, igual os sorprendéis, aunque no esperéis que sean baratos, porque cierto es que no lo son.

Os pongo una foto del agua, que me hizo gracia. Un agua pija diría yo:


Parece agua bendita, pero es una puta botella de agua.

Bien, vamos a los platos, por orden. Unas bravas (si unas putas Bravas, que en Suiza no tenemos), si no recuerdo mal, eran las señaladas como Autenticas Bravas de Barcelona. Yo no sabía que en Barcelona había un estilo especial de Bravas, pero todo es descubrirlo:


Cierto es que no recuerdo claramente si estas Bravas eran Las Autenticas de Barcelona o las Bravas a Nuestra manera (lo digo por si alguien que lea esta crónica va y pide bravas, que se asegure antes), sea como sea estaban buenas, eran abundantes para el precio que tenían, pero no deja de ser una tapa de bravas. En esto de las Bravas no creo que haya una regla fija, cada maestrillo tiene su librillo, y cada sitio que las tiene las hace a su manera. Hasta hace un mes pensé que las mejores bravas que había las servían en Lasal Del Varador, en Mataro, pero entonces llego Bonnie un día con una salsa brava ni Sergi Arola, así que para mi, desde entonces, las mejores bravas se sirven en mi casa, en Zurich. Cosas de la vida.

Siguiente, este ya de nivel, Flor de Burrata con corazón de Tartar de Tomate y Albahaca:


Cuando te la traen y la ves dices, bueno mucha Flor, mucho Tartar, pero no deja de ser una puta ensalada Caprese no? Pues si, la verdad que la idea y la base es esa, pero es que hay muchas maneras de poner una Caprese. Puedes tirar 4 o 5 rodajas de tomate con una mozzarela corriente y colocarle dos hojas de albahaca por encima, o puedes hacer lo que han hecho aquí, poner una base de una especie de, o bien Pesto, o bien un aceite de Albahaca, seguido de una ración generosa de Burrata fresca muy cremosa, con su tomate rico y sabroso bien presentado. Resultado, muy bueno, además de ser una ración grande. A mi la situación me recuerda a la famosa Tembladera de Huevo al golpe de calor en su Espejo de Caramelo de Leo Harlem, pero ni mucho menos, esto era algo mas que una Caprese.

Siguiente, creo, y digo creo porque las neuronas que he ido quemando en estos años cada vez me impiden mas pensar con claridad, fue el Steak Tartar 100% cortado a cuchillo.


Un plato correcto pero que a mi me resulto un poco aburrido. Aunque todo hay que decirlo, producto de primera y muy bien presentado. También, este plato, yo creo que para disfrutarlo a tope es mejor que comas una ración solo para ti, ya que picando y mezclando con otros platos como la Burrata o los Huevos estrellados, no destaca mucho.

Y la bomba que nos resucito, que fueron los Huevos estrellados en Patatas y Morcilla. Solo de escribirlo ya empiezo a salivar.


Y os digo ya después de ver la foto. Huevos estrellados con Morcilla desmenuzada y salteada. Una ración muy generosa y que consiguieron que el huevo no estuviera en zonas crudo, cosa que pasa a veces y da bastante asquete al encontrar moco por todos los sitios. Los huevos con mucho color y yema grande. Me dio la sensación de que cuidan mucho el producto y tienen buenos proveedores. Es un "feeling" que uno tiene tras ver los platos y sobre todo el sabor de muchos de ellos.

Bueno, vino "finito", tocaba postre. Aquí vino mi desgracia. Pedimos la carta de postres:


Bien no? Oferta variada y para todos los gustos. Cosa que a mi me pone especialmente cachondo porque en realidad muchas veces como, solamente para poder comer postre. Aquí, AG con toda su buena voluntad me dijo:

"Andrés, pide esto o te arrepentirás"

Yo fiel a mi catetismo a mi estilo, pase de recomendaciones y me pedí una Crema Catalana, un clásico que me da por pedir en todos los sitios. Las otras elecciones fueron, un Martin's Cheesecake para PR, una Panacota con Frutos Rojos para Bonnie, y una bomba de chocolate y galleta para AG que no recuerdo bien si era el Cardinal de Chocolate o el Carles. Por orden:


Crema Catalana, estaba buena pero nada especial.


Panacota, presentación graciosa. Estaba bastante buena de sabor además de cremosa y suave.


Paranoia de Tarta de Queso, muy bien presentado en un plato rojo, que a priori puede parecer Nata liquida con mermelada, pero que cuando lo pruebas se le va la olla de lo bueno que esta. Hay que probarlo para entender este postre y para ver lo rico que es. Esos frutos secos que le echan por encima de dan una textura muy interesante, que junto con el sabor exquisito, y la paranoia de presentación lo hacen, para mi, uno de los postres mas bizarros y cachondos que he probado.


Como ya he dicho, no me acuerdo exactamente de cual era su nombre, yo la llamare la "Exquisita guarrada que me pediré cuando vuelva a La Barra". Nada mas que lo pusieron la mesa a mi rostro se quedo como el de un niño cuando ve que el regalo de reyes de su compañero de mesa es mejor que el suyo, y la cara de AG fue un claro "Te lo dije". Para mas sufrimiento me lo dejaron probar, y me cague en todo, ya que estaba de putisima madre, como era de esperar, teniendo eso en mis narices y yo comiendo la puta Crema Catalana.

Una vez se me paso el disgusto, pedimos cafés y la cuenta. Y aquí viene uno de los grandes puntos, el precio fue de coña. Del servicio hay que decir que fue atento y eficiente, además de cordial. Así que todo muy bien.

Podría decir mas cosas pero creo que las sensaciones del restaurante se plasman mejor en la siguiente foto de la comensal mas exigente de todos:


Es imposible comer mal en un sitio donde acabes con esa sonrisa y ese bigote de chocolate.

Adeu!