sábado, 6 de diciembre de 2014

Casa Gerardo, Fabada con Estrella

Hola gord@s,

He vuelto, aunque me está costando, ya que mi vida en estos momentos se reduce al manejo magistral del biberón y la limpieza de caquitas. Y claro, eso me deja poco tiempo para salir a comer, y menos aún para contarlo. Que nadie se piense que Orina d'Or y su mafia me ha quitado del panorama Blogger. Pero bueno, la cuestión es que ya que mi mujer esta cansada de oírme, y mis hijas aún no me entienden, necesito darle la vara a alguien con mis paranoias, y quien mejor que vosotros. 

Pues bien, tengo que tirar de archivo, aunque eso no es problema, ya que este pasado verano me hice un intensivo de farturas y pude tocar palos que ya llevaba tiempo queriendo tocar, como es el que contaré en este post.

Hoy toca Casa Gerardo, sitio fetiche en Asturias. Casa Gerardo es un sitio al que llevaba años queriendo ir, pero por diferentes razones nunca lo lograba. Finalmente, Bonnie y yo conspiramos duramente para que una reunión con colegas tuviera lugar aquí. 

Casa Gerardo es un restaurante que tiene una estrella Michelin, y es uno de esos negocios que han ido pasando de generación a generación, buena prueba de ello es que el sitio lo llevan Pedro y Marcos Morán, padre e hijo, dos "cracks". 

También es uno de esos sitios de pico fino, sitios que en Asturias empiezan a abundar, pero que hace unos años no, y Casa Gerardo era ya uno de ellos, de hecho recuerdo que ya hace muchos años me comentaron que Casa Gerardo era el sitio donde el Rey Juan Carlos iba a comer fabada cuando venía a Asturias, pero la verdad que no se si esto era un bulo o no. Aunque bueno, otro bulo también era lo de que a Pedro J. Ramirez le iba el sexo duro, y nadie se lo creía hasta que lo vimos todos chupando un consolador de la mano de una dominatrix, así que cada uno que piense lo que quiera.

Casa Gerardo es un sitio conocido especialmente por su fabada, posiblemente sea la fabada más famosa de Asturias y parte de extranjero. Es de hecho, junto a su famosa crema de arroz con leche, su producto estrella, y como todos los productos estrella, tiene amantes y detractores. Hablaré de esto en detalle más adelante.

Como siempre, empecemos por el lugar. El emplazamiento no es lo mejor, el restaurante se sitúa en Prendes, un pueblo a medio camino entre Avilés y Gijón por la carretera vieja. Para ser más concreto se encuentra un poco más abajo del puti del pueblo, también conocido como Club Prendes, y un poco antes de otro conocido Puti Club, llamado Flamingo (cosa que a Juancar le vendría de coña, digo yo).

Prendes no es una megalópolis cierto, pero es por todos sabido que si uno quiere comer bien tiene que estar dispuesto a mover el culo y cogerse el coche a donde haga falta, ya que de lo contrario El Bulli hubiera tenido como clientes a Marco Polo y al Doctor Livingston como mucho, porque tiene cojones donde se les ocurrió ponerlo.

El local en si es bastante guapo, los detalles los podéis ver en la web de Casa Gerardo, muy currada por cierto. Está montado en una casa típica asturiana, que esta totalmente reformada y adaptada al restaurante. La casa esta pegada a la carretera, cosa que no mola, pero la familia Morán, muy acertadamente se montó un amplio aparcamiento para clientes detrás de la casa, así que no es problema ir y aparcar.

Nada más entrar ya se percibe que es un sitio con clase. Dos puertas para acceder al recibidor, silencio, maderas nobles, limpieza y tal. El recibidor tiene un par de asientos, la zona de la caja y una bodega de cristal parecida a la del Sangiovese.


El once titular elegido para esta fartura estuvo compuesto por Ragazzo Fantástico, su mujer RB y su hijo KB de 3 meses, todos de perfil internacional, Los Teletabis y su hijo DP de 6 meses, Bonnie (en estado de doble esperanza) y un servidor, un show de carritos. Y digo esto porque en ocasiones, en los sitios de cierto nivel te ponen problemas. No les gusta el despliegue, o potencialmente se le da por el culo al resto de los clientes cuando los niños entran en barrena. No pasó esto en Casa Gerardo. No solo no nos pusieron problemas si no que además buscaron la solución perfecta, nos pusieron en una sala un poco apartada donde estuvimos como dios, a gusto, amplios, con sitio para los carritos y donde los posibles gritos de los niños no molestarían a nadie. Aunque bueno, hay que decir que al final los críos se portaron genial y no paso nada. Hubo que subir los carritos por la escalera, pero oye eso no es culpa del restaurante, si tienes hijos, te jodes y los subes, haberlo pensado cuando la estabas metiendo.

Ya desde un principio el "feeling" fue bastante bueno. Nos trataron de manera muy cercana pero sin romper la barrera de la pesadez. Yo de hecho me sentí rápidamente como un cliente habitual a pesar de ser mi primera visita. Mola.

Casa Gerardo es un sitio donde se puede hacer todo, carta y los diferentes y más completos menús degustación. Nosotros íbamos con la idea de hacer menú degustación, por lo tanto eso hicimos. Había varios menús. Decidimos tirarnos al menú "Carreño", aquí lo tenéis:


Pintaza. Pero ojo, si crees que estos dieciséis platos de alta cocina no son bastantes para mantener tu gordura a pleno rendimiento, Casa Gerardo te brinda la oportunidad de hacer el menú "Prendes", que se compone de 25 platazos, por si lo tuyo ya es comer como si no hubiera un mañana.

Para acompañar este festival pedimos un Viña Condomina Reserva añada del 2002.


Es difícil escoger un vino que combine con tan variada comida. Especialmente con tanto mar. Lo ideal en estos casos, especialmente cuando se es un grupo, es pedir primero un blanco, y cuando el mar se acabe pedir el tinto, y así de paso salir con el morro torcido. En nuestro caso, con tanta embarazada y niños lactantes, no había "quorum" para tirarse al vino como por ejemplo durante la noche donde tuvo lugar el embarazo múltiple que había en la mesa, así que una botella de tinto para los paisanos y a correr.

Bueno, empecemos. Lo primero la "Margarita de Manzana", una especie "Cocktel de Bienvenida" que tiene esta pinta:


Un trozo de manzana osmotizado (impregnado) con (no se si) aguardiente de manzana o con una margarita (no estoy seguro), y con un toque de sal, rollo Margarita (nos referimos al Cóctel, no a la vecina de tu abuela). Brutal. Refrescante y además perfecto para limpiar la boca.

Lo siguiente el bocadillo crujiente de quesos, acompañado de las "Oreo Cafecao":


El bocadillo crujiente de quesos es un clásico de Casa Gerardo. Yo lo comí anteriormente en la boda de mi amigo Nachín, que es, en lo que a este blog se refiere, como el tocahuevos que a la salida de un examen viene y te truñe hasta que te das cuenta que lo que pensabas que habías hecho bien, seguramente lo tengas mal, jodiéndote ese pacífico y plancentero primer cigarro que echas tras meses estudiando y tras 5 horas de sufrido examen. Y digo que lo comí en su boda ya que Casa Gerardo también tiene un servicio de catering, que es, dicho sea de paso, tan espectacular como su restaurante. Sea como fuere, y volviendo al plato, está de puta madre. Es una especie de hojaldre o pasta filo unido por una crema de quesos. Yo un día lo intente hacer en mi casa y solo conseguí un humo de quesos que dejó mi horno impregnado de olor a queso de Cabrales durante meses.

En lo que se refiere a la Oreo Cafecao, me recordó al Filipino del Bulli, y no estoy hablando del tío que friega el suelo, si no de esto:


Una especie de Trampantojo sin llegar a ser Trampantojo. Combinación de Café, Cacao y Queso. Sea como fuere. Muy buena también.

A continuación llegó algo mas mundano, pero no por ello peor (más bien de lo mejor). Las croquetas de compango:


En esto de croquetismo hay mucho ruido. Hay gente que no le da valor una buena croqueta. Se piensa que es algo vulgar o barato. Por lo general esta reflexión es mas propia de gorrinos o zoquetes cuyo top gastronómico lo tiene copado con las que les hace Findus y con el Dönner Kebab de los Viernes por la noche, y que además se refieren a ella como COCRETAS. Yo opino de diferente manera. Está claro que una croqueta de mierda la hace cualquier mascachapas, pero una croqueta buena, o una croqueta gourmet no es tan sencilla de hacer. Y ojo, que no me estoy refiriendo a hacer una espuma de croqueta o rollos similares, si no a hacer una croqueta de puta madre, fina, cremosa y con sabor. Por ejemplo, se comenta que la mejor croqueta de Asturias la hace Nacho Manzano (dos estrellas Michelin), y cierto es que, yo que la probé, si no es la mejor, es una de las mejores. El nivel de cremosidad, de sabor, y de cuan crujiente está el empanado es sencillamente perfecto.

Pues bien, la croqueta de compango de Casa Gerardo no tiene nada que envidiar a la de Nacho Manzano, al menos en mi opinión. Cumple a tope con los parámetros anteriormente mencionados, y además tiene un sabor a compango exquisito. Para aquellos que no sepan que es el compango les diré que es, de alguna manera la carne y embutido usada en el guiso de la Fabada, y mayormente se compone de lacón, chorizo y morcilla con un sabor muy característico, y por si no queda claro de un compango de fabada de Casa Gerardo, que es la polla. Pues los colegas Marcos y Pedro han conseguido en mi opinión una Top-Croqueta difícilmente superable.

Bueno sigamos, ya que la vida no se acaba tras una croqueta. Lo siguiente fue un trio llamado "de la anchoa al Fino", y que venía compuesto por una aceituna, una anchoa y un plato muy interesante:


Recuerdo que el camarero, muy amablemente nos explico con detalle este trío de platos, y además yo pregunté un par de cosas que no me habían quedado claras. En aquel momento lo entendí, y lo que es más importante, a la hora de degustar el plato le pillé el sentido, ya que este combinado de entrantes es uno de esos platos que tiene armonía, conexión y todas estas cosas. Sin embargo, como soy un melón, y tardo meses en escribir ciertas crónicas, solo me acuerdo de la mitad de cosas. Por lo tanto solo escribiré lo que recuerdo, dejando claro que es posible que me equivoque en alguno de los ingredientes o sabores.

En primer lugar, los ingredientes de esta movida eran el pistacho, el Fino, la anchoa, la aceituna y el Pitu de Caleya (para los no asturianos, el Pitu de Caleya se puede denominar como un "Pollo de Alto Standing"). La historia es que todos ellos se van repitiendo de plato a plato en diferente forma, de manera que uno va conservando sabores y probando diferentes texturas, un rollo muy Bulli. En primer lugar esta la Anchoa, una Anchoa del Cantábrico, de primera calidad por supuesto, sobre una tosta que creo era de pistacho, y con algo más por encima que no recuerdo.

En siguiente lugar esta la aceituna. Una oliva de las gordas, rellena de anchoa y una gelatina, creo que era de Fino.

Y por último una sopa. En primer lugar te sirven el plato con una base de gelatina de Fino (o similar), los cuatro pistachos y una especie de Pitu de Caleya en Salazón, tipo mojama o similar. Y a continuación, ya en la mesa, te rellena el plato con un consomé de Pitu de Caleya.

Bien, no se si acerté o no di ni una. La cuestión es que la Anchoa estaba exquisita, la aceituna era jugosa y con un sabor muy particular, y la sopa era brutal. En mi opinión el plato tenía demasiado toque salado, pero me pareció un espectáculo. Muy recomendable maridarlo con un vino blanco, fino, Rebujito o vino de Madeira.

Llegamos al momento del Mar y El Huerto. En primer lugar la Ostra Tomate:


Un tartar de ostra, manzana asada y creo que sandia. Una pasada. Aunque en este plato se demostró una vez mas lo gilipollas que puedo llegar a ser. Pedro Morán nos preguntó si había alguien que prefería no comer ostra, en su lugar nos ofrecía unas almejas a la plancha. Yo, acordándome de la experiencia desagradable del Bulli con la Puta Ostra sobre Fillet Mignon me pedí las almejas, y la cagué claro.

Cierto es que las almejas estaban cojonudas, pero el Tartar de Ostra estaba brutal. Como lo se, porque mi mujer, que es una santa, me dejó comerle la ostra (la del plato). Brutal. De hecho, de los mejores platos del menú en mi opinión.

A continuación llegó la Chopa-Nabo:


Chopa, un pescado muy asturiano, acompañado de láminas de nabo y avellanas con un toque cítrico.

Este plato es muy interesante por dos motivos. En primer lugar porque estaba exquisito. Fresco, fino y diferente a lo que se suele comer.

Y en segundo lugar porque no me lo acabé y le di parte a mi mujer. Así que ahora podría decir que después de comerle la Ostra a mi mujer ella me comió el Nabo. Paradojas de la vida.

Ahora llegamos a la sardina con pepino:


Una sardina de primera calidad hecha a baja temperatura acompañado de pepino encurtido. No se que estaba más cojonudo, si la sardina, o el encurtido de pepino. Las dos cosas hacían una combinación perfectísima. Bravo.

Ahora toca lo que en el menú llaman Un Pez:


Un trozo de (yo diría que) merluza, generoso. Con un punto de cocción perfecto, con tomates cherry y cebolla, que estaba increíble, con un caldo que no recuerdo pero que estaba muy bueno. El pescado era de primerísima, y es que bueno, cualquier restaurante en Asturias que te ponga pescado de mierda, tiene menos futuro que Paquirrin en la Universidad.

A estas alturas uno ya notaba la barriga un tanto pesada.

Tocaba cambiar a carne, el siguiente plato, llamado Bravo Joselito es lo siguiente:


Una cabezada de cerdo ibérico en una especie de Salsa Brava y con un toque de hinojo. Primera vez en mi vida que comía cabezada de cerdo, y mira, de puta madre. Una textura muy guay, y además un previo perfecto para lo que viene.

Llegó el momento que todos esperabamos, La Fabada de Casa Gerardo:


Bien, muchos pensaréis que menuda locura meterse un plato de fabada después de unos diez platos. Pero mira oye, fuimos a comer, y comer en Asturias significa comer y no mariconear con la comida. Eso quiere decir que si hay que comer un cachopo de dos kilos como entrante, se come.

Hay que decir que, sorprendentemente, entró muy bien, y en eso tuvo mucho que ver la Fabada en si, que era una Fabada muy fina y elaborada, nada pesada. Y digo esto porque por lo general La Fabada asturiana es un plato muy duro, porque además de que uno se queda como si le hubieran dado una mano de hostias, el festival de pedos que luego se sucede durante la siguiente tarde-noche es de los buenos.

Hace ya muchos años que llevaba queriendo probar la que se dice que es la mejor Fabada de Asturias. Antes de ir había escuchado de todo. Que si es floja, que si está buena, que si es brutal, que si es un fraude, que si usan alubias de lata... Todo tipo historias y leyendas, la mayor parte de ellas falacias, todas contadas por gente que no la había probado, pero que según comentan tenían un amigo, primo o jefe que si que los había hecho. Es decir, gente con menos credibilidad que el Pequeño Nicolás, pero que de alguna manera aumentan la leyenda.

Por otro lado, antes de este evento si que había probado ya la Fabada de Casa Gerardo, y lo hice en la boda anteriormente mencionada, en la que, durante la cena posterior a la cubatada, sacaron, entre otras cosas, cazuelitas de Fabada, y me metí un par de ellas. La pena fue que debido al Moco que llevaba no recuerdo nada, y mi mujer menos, pero bueno, esa es otra historia. La probé de hecho dos veces, al entrar y al salir, no le di tiempo a que me provocara gases.

La cosa es que este verano por fin la probé siendo consciente de mis actos. Después del espectáculo previo de platos pusieron un generoso plato de Fabada, y la sirvieron tal y como sale en la foto. Las fabes en el plato y el compango a parte. A mi, y lo diré sin rodeos, me pareció una Fabada espectacular, impresionante. Fina y elaborada con mucho mimo, con el toque justo de sal y grasa, con un caldo con textura perfecta, y con una calidad de primera en lo que se refiere a las alubias. Era una faba mantecosa y fina, sin que apenas se notara la piel. Sencillamente deliciosa. Y por supuesto, el Compango estaba también de puta madre. Quizás uno de los secretos es el producto, empezando por la misma faba. En Casa Gerardo se usa faba fresca, según parece lo que hacen es seleccionar las mejores alubias, de fincas previamente conocidas, y congelarlas al principio de cada temporada. Incluso las congelan indicando fecha y finca de procedencia creo. Esto hace, que ya de por si la Fabada sea muy particular y poco común.

Hay gente, que si que comió Fabada en Casa Gerardo y que me dice que es poco consistente, que le falta grasa, etc. Y es que hay mucha gente cuyo estándar de comida es potaje tradicional que cuanto más basto y pesado es, mejor sabe. Yo discrepo totalmente, a mi no me hace falta que la fabada 50% grasa de cerdo, es más, no me gusta que así sea.

Para los que no lo entendieron aún, la Fabada de Casa Gerardo es una fabada asturiana tradicional llevada a nivel Gourmet, una fabada de estrella Michelin, un plato que tiene que satisfacer al mismo paladar que disfruta con la Sardina a baja temperatura y el Tartar de ostra. Resumiendo, es, en mi opinión, la mejor Fabada que se puede comer en un Restaurante (y puntualizo Restaurante, ya que todos tenemos madres, tías y abuelas que seguro que hacen Fabadas espectaculares). Y por cierto, esta fabada es la primera en mi vida que no causó el mencionado festival del pedos, no me tiré más que durante un día normal.

Me comí un plato, y fácilmente me podría haber comido dos. Y viendo como son de amables y cercanos tanto Pedro como Marcos Morán, si pides otro plato, creo que te lo pondrán de mil amores.

Pues bueno, después de la Fabada ya tocaba postre, y para empezar nos pusieron una cosa llamada Bramble:


En este caso, como es evidente, no se trata de un Cóctel Bramble auténtico, que no deja de ser un cubata pijo para señoritingos del Soho londinense, en este se trata unos bastones de pera impregnados de una mezcla de ginebra y almíbar ácido, intentando emular el equilibrio entre el toque ácido y dulce del cóctel, y con el correspondiente toque de ginebra. El toque rojo que le falta para emular al cóctel lo consiguen con la cobertura roja que se puede ver en la foto, que no recuerdo que era. Un postre muy chulo, y que a su vez consigue emular la fruta que hay que comer tras una buena fabada para bajarla.

A continuación el segundo postre, Frutas y Barreña:


Más fruta dentro de una sopa de manzana acompañado de un helado (de nuez creo), y más nuez a modo de tierra por encima. También, y para no romper la tónica, cojonudo.

Y por último, como no podía ser de otra manera, el segundo producto estrella de Casa Gerardo, la Crema de Arroz con leche:


Otro plato que llevaba años queriendo probar. Al igual que la fabada, el arroz con leche de Casa Gerardo también tiene mucha fama, aunque los rangos dicen que no es el mejor si no es segundo mejor, ya que el primero se comenta que es el de Casa Fermin, que no probé. Sea como fuere nos pusieron una "fuentaca" que no nos pudimos acabar, y si, estaba muy bueno, y muy cremoso, y para esto si que soy exquisito, ya que el arroz con leche es mi postre favorito. Solo haré una pequeña crítica, y es que, quizás debido al requemado superior, el arroz estaba un poco tíbio, pero bueno entiendo que esto es cuestión de gustos, ya que a mi me gusta más frío.

Por último café y unas pequeñas movidas que estaban muy buenas:


Veredicto:

Pantalón desabrochado, ruido en las tripas... un "colocón gastronómico" en toda regla. Experiencia para repetir siempre que se pueda, que para mi será en cada visita a Asturias.

En lo que a la minuta se refiere, se pagó lo estipulado:


Se pagó lo que se sabía, y además nos invitaron a los cafés, detalle que parece una pijada, pero que a mi me encanta.

Bien, ahora veamos que dice mi ambicioso Fartonómetro sobre Casa Gerardo.

Como siempre, en primer lugar El Local. En lo que al Local se refiere les doy nivel "1. Lujo Hindú". Un sitio con mucha clase, donde la categoria se respira y se ve en cada detalle. Mesas grandes, vajilla y cubertería de lujo. Todo lo que se espera de un sitio que tiene una Estrella Michelin.

El servicio se lleva también un "Nivel 1. Que majos tu!". Eso es indiscutible. Profesionalidad, rapidez, eficacia y cercanía todo en uno. Desde los camareros, al dueño. Da gusto.

Comida, evidentemente Nivel 1, Nivel "Orgasmo". Eso creo que ya ha quedado claro a estas alturas.

Y por último, precio, se llevan un Nivel 2. Precio Justo. No podemos decir que Casa Gerardo sea un sitio barato, pero desde luego no es un sitio carero (que no es lo mismo que caro). Se paga lo que se come de manera muy justa, con una relación calidad precio, diría yo, que tira más a lo barato que a lo caro. Por poner un ejemplo, yo creo que por este menú en Madrid o Barcelona no se pagarían menos de 100 o 120 euros, pero claro, estamos en Asturias, donde comer es una religión, y donde la oferta es tan enorme y de tanta calidad que hace que no se pueda considerar un sitio barato. Sea como fuere, yo lo pagué de muy buena gana, y lo volveré a pagar.

Por lo tanto:


Nuestro exclusivo Fartonómetro le da 7 puntazos! Una puntuación de la hostia. Y bueno, se podría discutir ese último punto, ya que esto del precio es muy relativo, pero bueno, tampoco lo regalemos.

Como conclusión, sitio excelente de visita obligada si uno pasa por Asturias y quiere comer a cierto nivel.

Yo volveré, eso lo tengo clarísimo.




jueves, 24 de julio de 2014

Las amenazas de Marina d'Or, que guay!

Publico este post de manera temporal, mientras modifico mi anterior post llamado "Orina d'Or", debido a las amenazadas recibidas por parte de los representantes legales de los Hoteles Marina d'Or, las cuales se incluyen en el siguiente Burofax recibido en el domicilio de mis padres esta mañana:

Burofax de Marina d'Or

Por lo pronto, y mientras elaboro mi post de manera que nadie me pueda dejar mi presunto ojete con peor pinta que los peces de los Jardines de Marina d'Or, descuelgo mi anterior publicacón para cumplir con el plazo de 72 horas que los representantes legales de tan honorable, legal, productiva y nada casposa empresa me han dado antes de de ponerme uno de esos pleitos tan útiles a la sociedad, que pretenden callar las bocas de aquellos que libremente y con humor manifiestan sus opinión en Internet, y que claramente usan en todo momento expresiones como "creo", "opino" e "igual", expresiones que juegan con la congetura y no acusan. Por ejemplo, ahí van un par de diferencias:

Cuando digo cosas como que "Me imagino que el señor X le financió Las Putas y la Farlopa a sus colegas del mundo politico", es pura imaginación, de ahí la palabra "imagino". Me imagino lo de las putas, cierto, igual que hace unos años me imagine que una rubia espectular me ponia "ojitos" en una discoteca, cuando en realidad lo que queria era zumbarse a mi colega Alfonso. Cosas de la vida.

Sin embargo, cuando digo cosas como, el señor X lleva una camisa mas fea que el ojete de un mandril, no me lo imagino, lo creo, lo afirmo, porque es que verán, señores, si vuestras camisas (o las de vuestros directivos o dueños), me parecen una puta mierda, lo digo, porque estoy en un pais libre, en el que existe una diferencia entre afirmar sin pruebas que alguien obtiene licencias a base de sobornos a politicos con gafas de sol, y decir que alguien tiene el gusto en culo cuando se pone ciertas camisas, o cuando se va de vacaciones a lugares que no son dignos ni para vomitar en ellos. 

Asi que, señores apoderados de Marina d'Or, duerman ustedes tranquilos, y, por el momento, vayan metiendose sus amenazas, presuntamente, por el recto.

Atentamente, ElFartón.

PD. Si alguien quiere la version Original post de la discordia con una dedicatoria oficial del Fartón, que contacte conmigo, ya que muy amablemente se la enviare.

miércoles, 16 de julio de 2014

Orina d'Or

Hola tropa. Hoy toca ese post que muchos esperan desde hace poco, y que unos pocos esperan desde hace mucho.

Para tod@s los que no tienen ni puta idea de a que me estoy refiriendo, les haré una pequeña introducción. 

La cuestión es que hace unos años, mis amigos, mi novia y yo fuimos violados sin piedad alguna. Unos empresarios sin escrúpulos y unas camareras sin educación ni higiene personal, no tuvieron problemas en hacernos pasar un mal rato en un restaurante de mierda llamado Rokelin, que estaba en un lugar llamado Marina d'Or. Los detalles de aquella sórdida experiencia están relatados aquí.

Bien, como podéis ver, años después traté de echar las malas vibraciones de mi cuerpo y mente escribiendo en este humilde (pero enorme) blog los detalles de dicha violación. Lo hice con fines meramente terapéuticos, ya que básicamente solté "sapos y culebras" en cantidades industriales sobre algo que había pasado años atrás y sobre lo que no tenía ningún documento gráfico.

La cuestión es que unos días después de publicar aquel post llamado "Rokelin: Miedo y asco en Marina d'Or", recibí un mensaje de Twitter oficial de Marina d'Or, que decía lo siguiente:

"Hola. Hemos visto el post que has publicado en tu blog y creemos que cuando viniste te llevaste una imagen equivocada de Marina d'Or. Por eso, nos gustaría invitarte a alojarte con nosotros dos días (dos noches) en nuestro Hotel Balneario 5*, pensión completa. Es nuestro deseo que tu impresión hacia nosotros cambie. Las fechas, las que tu prefieras, puesto que desconocemos tu disponibilidad.
Quedamos a la espera de tu respuesta.
Gracias."

Como es evidente, aluciné en colores. Este blog ya empezaba a dar sus frutos (pensé). Lo siguiente es que me llame Ferrán Adriá para pedirme perdón por lo de la gelatina caliente (pensé). 

Sea como fuere, ante este mensaje hay que decir sobre todo dos cosas. Una es que mi post no iba dirigido contra Marina d'Or, si no contra aquel antro llamado Rokelin, por lo tanto señores de Marina d'Or, la movida no iba con vosotros principalmente. Y lo segundo es que, por una vez, ves un servicio de atención al cliente comprometido y preocupándose por la opinión de la gente, cosa que es de agradecer.

En cualquier caso, como buen español que soy, no pude decir que no ante algo gratis, sea lo sea ese algo ya sabéis. Así que buscamos unas fechas en las que no me pillara muy a desmano pasar por allí y aceptamos el ofrecimiento, y allí que nos nos fuimos.

Y como es de bien nacido ser agradecido, pero por otro lado El Fartón no se vende, al menos no barato, en vez de borrar mi anterior post, he decidido que lo justo es ofrecer otra crónica totalmente sincera de mi retorno a Orina d'Or con un post justo y veraz.

Lo primero, que es Orina d'Or? Orina d'Or es el nombre por el que mi mente relaciona directamente un complejo turístico de la Costa Azahar llamado Marina d'Or, que pertenece al municipio de Oropesa del Mar. Un complejo resultado de la tan conocida "Cultura de Pelotazo" española, que nos ha convertido a la mayoría en un poco mas pobres, y a la minoria de siempre, un poco mas ricos. Kilómetros de costa urbanizados a lo bestia, sin piedad. Mejor os pongo ese anuncio que todos hemos visto en la tele:


Basta con mirar un poco en internet para encontrar perlas de las buenas sobre Marina d'Or, su historia y sus movidas. Aunque bueno, tratándose de un país como Ejpaña, y además en la Comunidad Valenciana, toda la sordidez que se encuentra no sorprende.

Parece ser que Marina d'Or es el proyecto de un promotor de Castellón chanchullero llamado Jesús Ger, que con la idiosincrasia del "Spain is different", se lo montó para dar pelotazo tras pelotazo durante años de la mano de sus colegas del mundo político, a los que me imagino que les financió las putas y la farlopa durante varios veranos a golpe de talonario. Aquí lo tenemos a la izquierda de la foto, acompañado del ex-presidente de la diputación de Castellón Carlos Fabra (que tiene unas pintas de mafioso que no se lame), y un señor que se parece a Chiquito de La Calzada:


Lo más destacable de esta asociación es que, según parece, esa pista de patinaje kilométrica y desierta, también conocida como el Aeropuerto de Castellón, fue impulsada para servir a Orina d'Or. Incluso hicieron una canción y todo. En fin, un drama a todas luces. Y bueno, no solo lo digo yo, ya en que mi exhaustiva investigación se encuentra de todo en la red:


Pero bueno, esa es otra historia. 

Al lío, después de la arrozada que nos metimos en La Taska (de Sant Marc), pusimos rumbo a Castellón. Cuando vas por la autopista AP-7 de norte a sur, te puedes deleitar con el paisaje Mediterráneo, esa naturaleza virgen y cuidada hasta el mas mínimo detalle, que nos permite disfrutar por todo el litoral de sitios sitios naturales como Port Aventura, La Central Nuclear de Vandellós, la Refinería de BP de Castellón y finalmente la maravilla urbanística de Marina d'Or.


Una delicia para los ojos. De hecho me han dicho que la idea ha triunfado tanto que Kim Jong Un, líder supremo de Corea del Norte, se plantea hacer algo similar en su Paraíso Socialista, ya que encaja en su estándar estético y del buen gusto. Aquí lo tenemos dándolo todo en la versión Norcoreana de Terra Mítica, un lugar mágico donde La Tiranía, La Hambruna, y El Genocidio pasan a un segundo plano.



Pero volvamos a lo nuestro, a la entrada de la ciudad existe un arco de entrada, que te hace saber que ya has llegado al paraíso:


Como podéis ver, nada hortera.

Dimos unas vueltas hasta que pudimos llegar al Hotel. Se puede decir que lo que vimos fue mayormente una cuidad fantasma, totalmente vacía. Solo algunos coches y algo de gente en la zona de los hoteles. Llegamos al hotel y fuimos a recepción. Allí nos atendieron con mucha amabilidad y educación, todo hay que decirlo. 


El hotel no está mal. Igual el señor Ger compró alguna estrella de más pero hay que decir que no esta mal. Nos dieron una habitación bastante guay y una bandeja de bienvenida con gominolas, frutos secos y esas movidas. Incluso el botones se ofreció a aparcarme el coche, cosa que obviamente, no permití. Las vistas desde la habitación no eran malas:


Lo primero que hicimos fue irnos a tomar una caña y hacer un reconocimiento previo de la zona, y sobre todo ir a ver si, al menos yo, podía mear en la puerta del Rokelin. Pero no pude, porque nos llevamos a agradable sorpresa de que ya no existía. Me alegro.

En el hotel, te ponen los grandes éxitos de Marina d'Or. Los puedes oír por doquier. Son unas canciones cantadas por varios artistas, alguna de ellas por Merche, que de alguna manera llevan el espíritu de la "experiencia Orina d'Or" en sus notas, y que invitan a que te suicides tras una hora escuchándolo disfrutes de una autentica experiencia vacacional, familiar y mágica. Así pues, para los que aun sigáis leyendo, si queréis tener una autentica experiencia Marina d'Or, tenéis que poneos la siguiente música de fondo mientras leéis la descripción de la ruta por el complejo. De lo contrario no podréis tener ese "feeling" tan molón de la Cuidad de Vacaciones. Así que dale al "play" y sigue leyendo.


Lo primero que tienes que hacer es darte una vuelta por el Bulevar Fantasía. Algo así como la calle central, que está adornada e iluminada para hacerte pensar que estas en una permanente Feria de Abril. Y si no fuera porque no hay ni rastro de la Duquesa de Alba vestida de Faralaes (y con pañales Indasec), podría dar el pego, porque gañanes de la España Cañí y caspa hay al mismo nivel.


Ojo a las multitudes que abarrotan la calle.

No dejes pasar la oportunidad de pegarte un baño en la Playa, llena de arena fina y mas piedras que en la vía del tren para hacer así mas agradable la piscina de tu urbanización. Me gusta ser positivo, y mi lectura que es por fin he encontrado una playa donde tiene sentido ponerse esas Sandalias Cangrejeras que nos han obligado a todos a llevar en un momento dado y que tanto nos gustaba ponernos.


Mi madre estará encantada.

Si lo de bañarte en una cantera submarina no es para ti, te puedes dar un paseo por los emblemáticos Jardines de Marina d'Or.


Un parque con exquisitos toques Gaudianos de cartón-piedra, y con especies animales que no podrás encontrar en otro lugar del planeta, como Peces de Estanque hiper-desarrolados:


Todo un homenaje a los Peces Gordos con los que el señor Ger se codea.

Pavos Reales Albinos:


Supongo que el presupuesto solo alcanzaba para la variedad monocromática de este animal.

Y cocineros con problemas de sobrepeso:


Su especialidad, el Pez Gozilla de estanque con Pechuga de Pavo sin Melanina, a la piedra.

Además, solo en este sitio podrás escuchar el canto único e inimitable del Gato-Pájaro (si lo quieres oír, tendrás que ir porque no lo pude grabar).

Una vez que consigas que el cocinero te mire mal por intentar sacarle fotos a escondidas, podrás irte a la zona de los bares, que está la lado.

Vete a desayunar pleno de júbilo y con esta banda sonora a todo volumen. Mientras disfrutas de tu café podrás recibir la visita de los auténticos personajes de Marina d'Or como el Tito Lorito, el Pirata Miau, o la Pulpita Pita, peluches gigantes de los cuales hasta los niños huyen.


Porqué, a que adulto no le apetece dejar de mojar la galleta en el café para sacarse una foto un Peluche del tamaño de una escultura de Botero. Aquí, por ejemplo tenemos una señora sacándose el que será el recuerdo de sus vacaciones estivales.

Ademas de todo esto, Marina d'Or ofrece un sin fin de actividades, como animación, desfile de carrozas y todo tipo de actividades para mantener la magia del lugar, y para que si quieres descansar, no puedas.

Si aún no has sucumbido a meter la cabeza en el horno o algo similar, puedes apagar la música.

Había mucha intriga acerca de como sería la comida que incluye esa pensión completa a la que nos invitaban. De la formula de pensión completa hay que decir que no está mal. Incluye las tres comidas diarias, además de cervezas y vino gratis durante el día en el Bar de Hotel, cosa que se agradece. La comida es un Buffet, cosa habitual y completamente normal en un hotel dedicado a las vacaciones.

El comedor es correcto. Llegas, comprueban muy amablemente que tienes la comida incluida, y un camarero te lleva a tu mesa. Una vez te sientas pides la bebida y te la tren a la mesa. Yo pedí cervezas y La Madre de Dragonas agua. Las bebidas incluidas son todas las no alcohólicas habituales, cerveza y dos vinos de la casa, uno tinto y otro blanco, que no probé.

En la comida y en la cena, el Buffet es prácticamente igual, la oferta es muy variada y se puede comer casi de todo. Con esto de los Buffets hay que tener cuidado, porque por lo general suelen ser una auténtica bazofia digna de cerdos. Sin embargo aquí la sorpresa fue agradable. Cierto es que no es un Buffet como el del Hotel Hilton Bora-Bora, donde flipé de lo que es un Buffet de lujo, pero no estaba mal.

Hay una zona de platos fríos, otra de calientes, ensaladas, embutido, menú infantil he incluso una plancha donde puedes pedir carne, de todo vamos.




Se veía todo muy fresco, bien presentado, limpio, ningún bicho dándose paseos por los platos, todo bien. Además, iban reponiendo de todo y se les veía muy atentos. El servicio de hecho, en general muy bien, rápido y amable.

La verdad que después de los excesos, yo tire a elecciones ligeras.


Se puede ver que todo tiene bastante buena pinta.

En lo que al Buffet del desayuno se refiere, todo es igual de correcto que para las otras dos comidas.

Bueno, pues ya vimos que la comida no era veneno, así que tocaba disfrutar de la gran atracción del Hotel, el Balneario de Agua Marina. Para ello hay que vestirse con el atuendo especial. Un albornoz y unas zapatillas de lo mas "chic".


Y una vez que bajas y superas la vergüenza de ir vestido por el Hotel con semejante atuendo, entras en la zona de la puta piscina del Balneario de Aguamarina.

El Balneario no está mal. Es grande, está limpio, tiene zona exterior e interior y todas las pijadas para jugar con el agua y cosas así. Es una cosa parecida al de Caldea en Andorra pero sin gente follando debajo de las columnas y limpiándose los restos en el agua que todos escupimos y que algunos tragan.

Y más o menos esto es lo destacable de la experiencia Orina d'Or, ya que para poco mas dio el dia y medio que estuvimos por la zona. Ahora las conclusiones. Sarcasmos a parte, diré que el servicio, tanto de Atención al Cliente en redes Sociales, como allí, es excelente. Gente educada y amable que se molestó en buscar una mala crítica y hacer algo para intentar arreglarlo poniendo pasta de la empresa, lo que dice mucho de su profesionalidad y esfuerzo. Yo personalmente le agradezco mucho la invitación a Marina d'Or y el trato que nos dieron.

Sin embargo, tengo que ser fiel a mis principios, y son claros. Cierto es que se trata de un sitio dirigido a las vacaciones familiares y al entretenimiento, donde se encargan de que tengas de todo y a buen precio, pero claro, el volumen de gañanes por metro cuadrado es importante. Los canis y el cholismo son tendencia, esto es un hecho. Aunque también hay que decir que esto no es exclusivo de Marina d'Or, ya que desde los años 80, gran parte del litoral Mediterráneo Ejpañol ha estado potenciando la crutez y la caspa como experiencia vacacional e industria turística. Pegándote claveles por comida de mierda en terrazas en frente de la playa y cosas así, alquilando apartamentos con cucarachas en frente de la playa más mierdera, o abriendo bares dedicados a que chicas monas coman pollas a tutiplén por ganarse 5 euros en copas. Marina d'Or es más de lo mismo de siempre pero concentrado y con un Balneario (y sin lo de las pollas por desgracia).

El caso es que si a mi me gustara rodearme de zoquetes me iría a Los Toros, uno de esos eventos donde el nivel intelectual roza cotas de los Fans de Sálvame. No hace falta que conduzcas hasta Oropesa.

Igualmente quiero agradecer otra vez la invitación a Marina d'Or y felicitar a sus empleados, que ninguna culpa tienen del concepto en si de Marina d'Or. Se comportaron de manera muy profesional y atenta, así que bravo por ellos

Así pues, me imagino que la cosa irá a gustos. En lo que a mi se refiere, no volveré, ni de coña. No obstante para gustos, hay colores.

domingo, 29 de junio de 2014

La Taska (de Sant Marc)

Hola muchachada. Volvemos una semana más a dar una explicación de esos Kilos de más que asoman por debajo de mis tetillas pectorales. Y es que ya casi hemos llegado a los 90 kg, de puro músculo, como podréis imaginar. 

Hoy le vamos a dedicar el Post a al Sr. JGQ. Padre y suegro de la pareja de compinches de muchas de las aventuras aquí relatadas (y otras tantas que mejor no relatamos...), y persona que nos recomendó el sitio del que hablaremos hoy. La cosa es que hace un par de semanas, en ese glorioso fin de semana en el que Holanda le dio una zurra a España de aquí te espero, nuestros amigos AG y PR, nos invitaron a pasar un tranquilo y nutriente Fin de Semana en su casa Familiar de la Cerdanya. 

Qué es la Cerdanya? Pues es un Valle en el Pirineo Catalán, donde lo más pijo de de la Cuidad Condal pasa sus ratos libres cuando quieren sentir en el aire de la montaña por la ventanilla de su BMW. Un valle ciertamente bastante molón, en el que se puede hacer casi de todo. Esquiar en Invierno, Motocross y Equitación en Verano, y comer como cerdos todo el año. Porque, y si no lo sabéis os lo digo yo hamijos, en este Valle pagar se paga eso es cierto, pero comer se come de cojones. Tenéis de todo, empezando por carnaza buena, embutido de la zona y áreas colindantes, y hasta arroces.

El caso es que después de un día en el que PR y un servidor nos dio por hacer la gallada de meternos un chuletón de un Kg cada uno:


Y a una de nuestras mujeres le dio a los Gin-Tonics a ritmo de su canción de favorita de ese dia:


Nos dio por sellar el fin de semana con una arrozada. Para no quedar con hambre, ya sabéis. Además, venía bien pa la resaca de algun@. Cierto es que el Pirineo, en un principio, no parece ser el sitio mas idóneo para ir a comer arroz, especialmente teniendo el Mediterráneo a dos horas. Pero que os digo siempre? No os cerréis a nada niños. La cosa es que nuestro gran hacedor del fin de semana, JGQ, nos recomendó un pequeño restaurante cerca de Puigcerdà donde se pueden comer arroces varios, y además a la leña. El sitio se llama La Taska (de Sant Marc), y es el Restaurante que forma parte de Club de Golf Sant Marc. 

Las referencias eran buenas. Por lo que me han dicho, JGQ es de pico bastante fino. Por otro lado si nos fijamos en lo evidente: Club de Golf en Puigcerdà, es decir el pijerio presente será de alucinar, y eso, aunque a veces nos da un poco de asquete y ganas de matar, normalmente significa que se come bastante bien. De manera adicional, AG me comentó que, según parece, el cocinero-dueño, es un Valenciano que se montó su garito en ese sitio. Y aunque eso es un rumor, que a lo mejor es leyenda de esas que nacen durante una partida al Trivial Ginebra Pursuit, pues mola creérselo. De otra manera, también es un poco de gilipollas pensar que porque alguien sea Valenciano sabe hacer paellas, porque aplicando esa lógica, yo como buen español podría abrir una academia de Toreo aquí en Zurich, no? Pero bueno, puestos a auto-motivarse todo vale.

Previo a la visita a mi me dio por mirar en Intelné, y encontré el Twitter del Club de Golf (@golfsantmarc), y su Facebook también, donde miré, y encontré fotos del Chef con Arguiñano. La cosa cogió cierto nivel.

Al grano. Llegamos al sitio. En once titular esta vez estuvo compuesto por veteranos de este blog: AT, MC, AG, PR, la Pretty, La Madre de Dragonas y yo. 

El acceso es sencillo en coche y tiene un buen parking. 


Para entrar hay que pasar por la recepción del Club de Golf, y una vez la pasas el sitio está dividido en 2 partes, a la derecha la cocina-parrilla. Tienen una parrilla de de Leña enorme y visible donde hacen el arroz y las carnes, y que inunda a olor a brasa todo el lugar, consiguiendo que salives ya según entras. 


A la izquierda esta comedor con una buena terraza, y la barra.


Teníamos reserva dentro. Nos sentaron inmediatamente. Y nos dieron las cartas. Aquí empezó el espectáculo. En primer lugar la carta esta bastante bien, y aunque cierto es que que se puede ver que su producto estrella son los arroces, ojito con las carnes a la brasa que ponen aquí, porque vimos salir un par de chuletones a la piedra de quitar el sentido. Nosotros nos centramos en:

Los entrantes,


Los arroces,


Y las sugerencias del Chef,


La elección no fue sencilla, ya que daban ganas de comer de todo. Al final la comanda fueron unas Olivas de l'Espinaler, unas Bravas de Montaña y unas Migas de Montaña, todo como entrante y para compartir, y de segundo Arroz de gamba Roja, Alcachofas y Trufa Negra para cuatro, un Falso Risotto para dos y unos Cheetos Pandilla para la estrella de la mesa.

Para acompañar este festival pedimos Vino Blanco, un Gessamí, un Blanco del Penedés que nos encanta, y que para comer arroz es perfecto.


Es una buena elección para comer, sin embargo casi la tenemos que pedir para cenar, porque tardaron un huevo en venir a tomarnos nota, así como en servirnos la comida. El servicio aquí es más lento que una misa. Sin embargo, tuvieron uno de esos detalles de sitio de calidad, nos pusieron un aperitivillo a cuenta de la casa (que también tardaron en traer). Si no recuerdo mal era una especie de Ensaladilla Rusa:


Estaba bastante bueno.

Como tardaban, rellenamos los huecos con vino. Para variar. Aunque no mucho porque luego teníamos que conducir unos hasta Barcelona, y nosotros hasta Orina d'Or, y no era plan espetar el coche.

Empezaron a llegar los entrantes. En primer lugar las Olivas de l'Espinaler. 


Vale que no tienen ningún secreto para el restaurante. Sea como sea, os invito a las que las probéis, estaban espectaculares. De hecho igual algún dia me da por hacer un post de l'Espinaler, para que flipéis aquellos que no lo conozcáis.

Siguiente, las Bravas de Montaña:


Unas bravas cojonudas y espectaculares. Así de simple.

Y las Migas de Montaña:


Lo mío con las Migas (en general, no en este sitio) es una especie de Tragicomedia. Es un plato que me encanta pero que el destino me impide comer, o que cuando las como son una puta mierda, por ejemplo, la última vez que las pude comer fue en el Rokelin. Tuve la suerte de comerlas aquí, y menos mal porque estaban deliciosas. En mi opinión les sobraba ese extracto de flores del prado que le pusieron por encima, ya que unas migas cuanto mas contundentes mejor, pero bueno, estaban brutales. Muy originales y elaboradas, ademas venían acompañadas de butifarra negra frita.

Y bueno, no nos olvidemos de los Chettos Pandilla de La Pretty:


En su punto también.

Hicimos unos entrantes bastante cortos, y tuvimos talento al pedirlo así, porque a continuación empezaron a llegar los arroces.

Primero el Arroz de gamba Roja, Alcachofas y Trufa Negra:


Y el Falso Risotto:


Y espero que nadie dude de las cantidades:


Todo esto para 6 personas. Todos comimos de los dos arroces, y sobró un poco. Del arroz hay bastante que decir. Arroz en su punto con un genial aroma a leña, con productos de primera y mucho sabor. Hecho en una capa no muy gruesa que permitía que no se encontraran granos de arroz duros o pasados. A mi me gustó mas el Falso Risotto, pero tengo que decir que los dos estaban de concurso, sencillamente brutales. De los mejores arroces que he comido. Nos lo puso el cocinero personalmente en la mesa y al acabar se vino a asegurar de si estaba bueno. Detalle de esos que molan. Arroz sin control, comer por comer, hasta reventar casi:


Ahora va cuadrando lo de los kilos de más.

La situación era: Y ahora quien conduce 2 o 3 horas? Aún a sabiendas de eso pedimos postres y cafés. Algo para bajar la panzada. AG nos recomendó los sorbetes. Pedimos dos para compartir, uno de Piña y otro de Mojito. Y esto no fue una buena, primero porque tardaron una puta eternidad en traernos los sorbetes. Segundo porque se olvidaron uno, y tardaron otra puta eternidad en traer el segundo. Tercero porque el de Piña tenia alcohol y eso no lo avisaron, y cuando hay una embarazada en la mesa, como era el caso, es un problema. La cosa es que el sorberte resulto ser de Piña Colada, y por eso tenia alcohol. Y cuarto, que especifiquen por favor lo que entienden por sorbete, porque en mi pueblo un sorbete es algo que se come con cuchara, o que al menos es una especie de helado denso, no una bebida, y aquí nos pusieron lo siguiente:


Que no se me entienda mal, al menos el de Piña estaba bueno (El de Mojito "no mataba"). Pero joder, esto es un sorbete? Bueno, pequeño malentendido poco importante.

Además, durante el proceso de fabricación y elaboración de año y medio de los sorbetes nos pusieron lo siguiente:


Un pequeño detalle a cuenta de la casa que no estaba mal. Se agradece.

Pues bien, después del festival arrocil tocaba pagar, así que nos trajeron la cuenta:


Subidón! casi a 23 euros por cabeza, con una comida de mucha calidad y a reventar, y vino. Cierto es que solo pedimos dos botellas, y se les fue la olla y no nos cobraron el Sorbete de Piña Colada :D , pero eso tampoco modificaría mucho el precio.

Dicho esto, pasemos a El Fartonómetro

En primer lugar, el Local se lleva un Nivel "Huele a Limpio" (Nivel 2). Cierto es que tenía algún detalle como el del baño, que olía un tanto a cerrado y no tenía agua potable. Pero lo demás estaba bastante bien. Además, que gilipollas bebe agua de los lavabos del cagadero cuando está en un restaurante? Pues eso.

El servicio. Aqui sitiéndolo mucho se llevan un suspenso. Amables y educados son un rato, pero joder casi me hago viejo esperando que me atiendan, o costaba un triunfo pedir otra botella de vino, o se olvidaban de las cosas. Creo que deberían de meter más gente a trabajar y eso lo resolvería. Sea como sea, por el momento se llevan un Nivel "Ya les vale" (Nivel 3).

En lo que se refiere a la comida tengo dudas, porque fue muy buena en mi opinión. Sin embargo darles un Nivel "Orgasmo" (Nivel 1) seria ponerles a la altura de otros sitio de alto copete. Así pues les doy un Nivel "No esta mal" (Nivel 2), con las dudas de no puntuarles mejor, ya que, como he dicho, la comida estaba de puta madre.

Por último el precio, pues aquí, visto lo visto se llevan un Nivel "Vaya subidón" (Nivel 1), ya que comer lo que comimos por ese precio les hace tener una de las mejores relaciones calidad precio que he visto en mucho tiempo. Y que nadie se olvide de donde estábamos. Club de Golf en la Cerdanya, pijimundo Catalán, la raro es que no nos hayan metido un sablazo de los buenos.

Así pues:


Se lleva 4 puntos, una nota nada mala en mi exclusivo Fartonómetro. Si mejoran el servicio, subirán 2 puntos de golpe, y eso ya son palabras mayores.

Sea como sea yo acabe francamente contento y seguro que volveré.